Vuelvo un lunes más con una receta de esas que se preparan en un "pis pas" y nos solucionan parte de una comida. El otro día llegó la hora de comer y me encontré frente a la nevera pensando qué preparar como guarnición. Normalmente suelo tener las comidas bastante planificadas pero en este caso no sabía por donde salir. Buscando me topé con medio calabacín y otro medio tomate... bien, ya tenía para hacer una ensalada pero... vaya cosa tan sosa, no? Pues si leéis hasta el final de la entrada encontraréis el secreto de que se haya convertido en una de mis guarniciones preferidas, estoy segura de que este verano querré comerla casi a diario, ya me contaréis.
Ingredientes:
- Calabacín
- Tomate
- Hummus
Y sí, siendo lunes es taaaan sencilla como os imagináis. En mi caso lavé y corté el calabacín en juliana con ese pelador que tanto me gusta y ya os he enseñado alguna vez (si no sabes de qué hablo puedes verlo aquí y aquí). Hice lo mismo con el tomate, cortándolo en taquitos en este caso. Y por último el toque especial... Una buena cucharada de hummus casero. Como me había quedado un poco denso le añadí también un poco más de aceite de oliva. Después de removerlo todo bien os puedo decir que el resultado es espectacular, como os digo, probablemente mi alimentación veraniega se base en esto jejeje. Si os apetece también le quedan muy bien unas aceitunas negras. Ya me contaréis qué tal :).
Bon Apetit!