Si si, como lo habéis oído, con limón. A que suena raro? pues están riquísimos, o al menos a mí me lo parece y como no se debe opinar sin probar, yo que vosotros me ponía y los hacía en un momento, porque realmente merecen la pena, además es una forma muuuy diferente de comer pasta.
Hace tela de tiempo, le compré un libro de pasta a mi hermana y echándole un vistazo esta receta fue la que más me llamó la atención por original. Con la entrega del regalo, casi me olvidé de ella, hasta que un día me vino a la memoria y la tuve que llamar para que me la leyera, hacerla, guardarla y compartirla aquí con vosotros.
Hervimos la pasta por un lado siguiendo las instrucciones del fabricante.
Mientras hacemos la salsa {os aseguro que se tarda poquísimo}. Ponemos en una sartén 50 g de mantequilla a calentar, junto con 30 ml de zumo de limón exprimido y una cucharadita de ralladura de limón y dejamos hervir unos 30 segundos. Vertemos 250 ml de nata (crema de leche) espesa, sal y pimienta negra recién molida y dejamos reducir unos 4-5 minutos a fuego medio. Apartamos del fuego.
Cuando la pasta esté lista, colamos y mezclamos con la salsa.
Al servirla podemos añadir un poco de parmesano rallado, queda una mezcla deliciosa.
Gracias Noe, por estar siempre que te necesito ;]