Yo confieso. He sido malcomida, consentida, escrupulosa. Sólo comía lo conocido. Jamás me arriesgaba con recetas nuevas, ni con productos que no supiese a ciencia cierta que me gustaban. Sota, caballo y rey.
En esa tesitura os aseguro que es complicado llevar un blog de recetas a buen puerto... Así que, poco a poco, he ido rompiendo barreras. El conejo, las alcaparras, las alcachofas, la merluza, el bacalao... A cualquiera de estos ingredientes, hace escasamente dos años le hubiera dicho que no... ¡¡A la comida india!! ¿Os lo podéis creer? Jamás la hubiese probado si no hubiese decidido saltar esos obstáculos que me mantenían en mi espacio culinario conocido.
Esta entrada pretende animar a todos aquellos que no cocináis porque no sabéis mucho. A aquellos que dejáis de lado ingredientes por no atreveros a probarlos. Todo es posible. Yo no cocinaba, era un desastre. Me gustaba, sí. Pero no sabía. ¿Qué me decís? ¿Os atrevéis conmigo?
Puedo prometer que esta ha sido la primera vez en mi vida que he cocinado cordero. Lo he comido muchas veces (reconozco que sin muchas ansias) en bodas y bautizos, o cocinado en casa ajena. Pero yo no cocinaba cordero. ¡¡No lo había hecho nunca!! ¿Y si me salía mal?
Ha salido bueno, no. Buenísimo. Creo que es importante tomarse su tiempo (siempre que cocino en cocotte lo hago) e ir comprobando que la carne está tierna antes de retirarla del fuego. Ponerle mucho cariño, mucha paciencia, muchas ganas. Y atreverse. Porque entre el éxito y el fracaso, sólo hay ese paso que no has dado por miedo a no hacerlo bien.
Estofado de cordero {en cocotte}
Ingredientes:
100 g de cebolla.
2 dientes de ajo.
50 g de puerro.
100 g de zanahoria
1 paletilla de cordero (cortada en 4 o 5 trozos).
aceite de oliva.
65 g de salsa de tomate {receta aquí}.
1 vaso de vino tinto.
caldo de ave o de carne.
orégano.
romero.
1 hoja de laurel.
Preparación:
1. Cortamos todas las verduras. La cebolla, el ajo y el puerro bien menudito. La zanahoria en rodajitas.
2. Untamos la carne con sal, orégano y romero.
3. Ponemos a calentar nuestra cocotte Simogas a fuego medio, el fondo cubierto con aceite de oliva. Cuando empiece a calentar añadimos la hoja de laurel y doramos bien por todos los lados los trozos de carne. Retiramos la carne y la reservamos.
4. En el mismo aceite, añadimos las verduras y dejamos que se pochen despacito, a fuego bajo, hasta que estén muy blanditas. Añadimos entonces la salsa de tomate o tomate triturado y dejamos que se haga unos minutos.
5. Añadimos el vaso de vino y rascamos el fondo de la cocotte con una espátula de madera, para soltar todos los jugos que se han quedado adheridos al fondo. Añadimos entonces la carne de nuevo, cubrimos con agua o caldo y cuando arranque el hervor, bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer, tapado, unas 3 horas o hasta que la carne esté muy tierna.
6. Sacamos la carne, ponemos toda la salsa en el vaso de la batidora y la pasamos bien fina. Volvemos a poner todo de nuevo en la cocotte, le damos un hervor y servimos, acompañado de unas patatas fritas, un arroz en blanco o un cuscús.