La primera persona en lanzarse a hacerme una sugerencia fue Laura (no os doy más datos, porque no le he preguntado si le molestaba que la mencionase). Además de felicitarme por la iniciativa de recuperar recetas tradicionales, me contó que le encantaban los "Fartóns", aunque nunca se había atrevido a hacerlos en casa. Así que ni corta ni perezosa, me puse a investigar sobre estos bollitos tan deliciosos y hoy, ¡al fin!, puedo compartir su receta con todos vosotros.
Fartóns
Los Fartóns son unos bollos alargados, glaseados de azúcar, típicos del municipio de Alboraya (Valencia, España). Su historia es muy reciente y está íntimamente ligada a la de la horchata.
Cuenta la leyenda que fue Jaime I quién dio nombre a esta leche. Tras la conquista de la ciudad de Valencia, allá por la primera mitad del siglo XIII, le dieron a probar esta bebida. A Jaime I le gustó muchísimo. Al preguntar qué era, una muchacha le indicó que se trataba de leche de chufa. A lo que el rey respondió: "No, aço es or, chata!" (No, ¡esto es oro, guapa!). Y desde entonces comenzaron a llamar a esta bebida "Or-chata" (Horchata).
Durante siglos, los horchateros valencianos intentaron encontrar un bollo que acompañara a la perfección a la leche de chufa. Era tradicional mojar rosquilletas o pan cortado, pero no lograban elaborar un dulce que les diera el éxito en su empeño. Tenemos que esperar hasta la década de 1960, en la que la familia Polo, oriunda de Titaguas y a la que la guerra llevó hasta Alboraya, tuvieron la idea de hacer un bollo alargado, dulce y tierno:
"Hecho con masa de panquemao, alargado para ser introducido en el vaso, muy esponjoso para que absorbiera bien la horchata y pintado para hacerlo más sabroso". La invención de los fartóns (www.fartonspolo.com)
Años después, apareció un nuevo tipo de fartón, el hojaldrado, que sustituye el aceite que contiene la receta en origen, por mantequilla. Tienen mayor textura y son más parecido a una ensaimada. Y por lo que he leído, son los que se encuentran en las horchaterías de toda la vida.
Y esta es la receta que quiero compartir con vosotros, la de los fartóns hojaldrados. No es que quiera desmerecer los de la familia Polo, pero después de haber probado ambos, me quedo con los segundos, sin dudarlo. Se elaboran como una masa fermentada, tipo brioche, savarín o similares, aunque con algunas diferencias, porque no se hace un leudado de la masa completa. Aún no he realizado una entrada sobre esta técnica, pero con las indicaciones que incluyo en la receta, seguro que podéis realizarlos a la perfección. ¡Vamos con ellos!
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Fartóns
(Para unas 30-33 unidades)
Ingredientes
- Para la masa
Leche entera - 150 ml
Levadura fresca - 25 g (o 10 g de levadura seca)
Harina de fuerza - 500 g
Azúcar - 100 g
Sal - 5 g
Huevos L - 2 uds
Mantequilla - 100 g- Para el relleno
Mantequilla - 100 g
- Para el glaseado
Azúcar glace - 200 g
Agua - 40 ml (8 cdtas)
Elaboración
Preparamos todos los ingredientes para que se atemperen a la temperatura ambiente. Es muy importante que los huevos no estén fríos y que la mantequilla esté bien empomada, para que se incorporen fácilmente a la masa. Ésta se puede hacer a máquina con el gancho de amasado o a mano.
Comenzamos calentando ligeramente la leche, que esté tibia pero no queme, para poder disolver en ella la levadura, fresca o seca. Por otro lado, mezclamos la harina con el azúcar y la sal.
Si hacemos la masa a máquina: Añadimos la leche con la levadura disuelta e incorporamos ligeramente. Agregamos los huevos, de uno en uno, amasando hasta que se homogeneice la mezcla. Finalmente, añadimos la mantequilla, bien empomada y amasamos a velocidad media-baja, durante al menos 10 minutos.
Si hacemos la masa a mano: Hacemos un volcán en la mezcla de harina, azúcar y sal y añadimos todos los ingredientes húmedos en el centro. Mezclamos hasta que se integren y amasamos, al menos 15 minutos. Para los que no tengáis muy claro como amasar, podéis ver el siguiente vídeo del gran Ibán Yarza:
Una vez tengamos la masa bien formada, procedemos a dividirla en porciones de unos 30 g. Dependiendo del peso de los huevos, vuestra masa pesará unos 1000 g, así que saldrán unas 33 porciones. La masa parece algo pegajosa y la tentación de añadir harina para manejarla puede ser muy grande. Si no os queda más remedio, intentad evitar añadir grandes cantidades. Con un ligero espolvoreado es más que suficiente.
Cuando hayamos dividido la masa completamente, boleamos cada fracción y las distribuimos uniformemente sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Cubrimos el conjunto con papel film, sin sellarlo, sólo para que las bolitas no estén en contacto con el ambiente y se resequen. Dejamos reposar 15 minutos. Os incluyo otro vídeo para que veáis como se bolea:
Pasados los 15 minutos, el gluten se habrá relajado y podremos estirar las porciones. Con ayuda de un rodillo, estiramos cada bolita en forma de rectángulo de unos 20 cm de lado. Untamos una pequeña cantidad de mantequilla, para que el resultado sea más hojaldrado y enrollamos por el lado más largo. Distribuimos los fartóns de forma uniforme en la bandeja de horno, bien separados para que no se peguen al fermentar o al hornearlos. Los dejamos leudar tranquilamente, en un lugar caldeado (alrededor de 30 ºC), hasta que tripliquen su tamaño. Tardan muchísimo en crecer. A las 4 horas aún no habían crecido nada. Los he dejado dentro del horno apagado, con un bol pequeño con agua caliente en el fondo, para que aportara humedad, durante toda la noche.
Cuando hayan terminado de fermentar, precalentamos el horno vacío a 200 ºC, con el calor arriba y abajo. Horneamos durante 10-11 minutos o hasta que cojan un bonito color dorado. Mientras tanto, preparamos el glaseado, simplemente mezclando el azúcar glace con el agua. Al sacarlos del horno, los pintamos generosamente con la glasa, mientras aún estén calientes.
Y ya está. Ahora sólo falta servirnos un vaso enorme de horchata bien fría y disfrutar de estos bollos deliciosos. Por cierto, están más ricos recién hechos, incluso aún calientes, aunque si los guardas en un recipiente hermético se conservan a la perfección.
Espero que os haya gustado la receta y que os animéis a hacerla. Cualquier duda que os surja, no dudéis en comentármela. Y por supuesto, no dejéis de aportarme ideas para hacer crecer esta sección incorporando vuestros gustos y recuerdos. ¡Un besote y buen fin de semana!.