Cuando vi esta receta en Secocina me enamoró por su sencillez y por lo que supone realizar tu propio fiambre de pollo en casa, con el juego que da para las cenas o las meriendas. El resultado es estupendo y se prepara de un día para otro. Podemos condimentarlo como más nos guste.
INGREDIENTES:
Media pechuga de pollo deshuesada
Sal para ahumar
Azúcar
Romero
Tomillo (yo no le puse pero también podéis ponerlo)
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Mezclamos tres cucharadas soperas de sal para ahumar con dos de azúcar y el romero picado. En una fuente ponemos una cama de la mezcla y encima la pechuga, cubrimos con el resto de la mezcla la pechuga. Cubrimos con papel film y metemos en el frigorífico toda la noche.
Al día siguiente veréis como la sal y el azúcar se han vuelto líquidas, sacamos la pechuga y la secamos y la ponemos en una fuente de horno con un hilito de aceite de oliva virgen extra. Horneamos a 200º hasta que la pechuga esté completamente hecha y sacamos del horno, dejamos enfriar totalmente e introducimos en el frigorífico hasta que se enfríe. Cortamos en lonchitas finitas. Nos durará varios días en el frigorífico, pero si hacéis más cantidad podéis congelarlo y sacarlo un rato antes de servir.
Está realmente bueno en un sándwich con un poco de rúcula y salsa tártara.
Feliz martes.