Los financiers son unos bollitos franceses de almendra que tienen forma de lingotes de oro. En sus orígenes estas minimagdalenas se llamaban visitandines, y eran redondas pero un pastelero llamado Lasne del barrio de la bolsa de París les cambió su forma y nombre para que tuvieran más éxito entre los financieros que trabajaban en el barrio.
Más allá de su historia, los financiers son un bocado irresistible. ¡Están buenísimos! Y como se preparan a base de claras son ideales para reciclarlas. Aunque la verdad, nosotras no necesitamos esa excusa para prepararlos.
¿Qué necesito?
120 gr de azúcar glas
4 claras de huevo (unos 130 gr)
60 gr de harina de repostería
80 gr de almendra molida
80 gr de mantequilla
1 gr de sal
¿Cómo lo hago?
Lo primero de todo es que para esta receta tenemos que preparar una mantequilla noisette. Es muy fácil, tan solo hay que poner la mantequilla en un cazo y dejar que se derrita a fuego medio. La mantequilla derretida empezará a cantar, es decir, a hacer ruido. Una vez que la mantequilla deje de cantar y adquiera un ligero tono dorado, soltando una especie de olor a avellana (de ahí su nombre), la retiramos del fuego y ponemos el cazo en un bol con agua fría para interrumpir la cocción. Dejamos que enfríe y reservamos.
En un bol combinamos todos los ingredientes secos, es decir, el azúcar glas, la harina, la almendra y la sal. Mezclamos bien todos los ingredientes y añadimos las claras de huevo. Removemos todo hasta obtener una masa homogénea.
Ahora que la mantequilla noisette ya ha enfriado hay que colarla. Posiblemente haya quedado una especie de poso en el cazo, es lo normal. Añadimos la mantequilla al bol con los ingredientes secos y removemos. Echamos la masa en una manga pastelera y repartimos la masa en el molde de financiers.
Introducimos en el horno precalentado a 200º unos 15 minutos. Transcurrido este tiempo los retiramos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Servimos los financiers templados o fríos, acompañados de un buen café. ¡Son puro pecado! ¡Y adictivos!