¡Hola de nuevo!
Parece que este año (año escolar) será imposible seguir publicando con el mismo ritmo que el año pasado o los años anteriores, ya que mi tiempo libre es bastante más limitado por las actividades de mis niñas. Aparte de tener obligaciones entre semana por sus actividades, los deberes que traen este año (sobre todo mi niña pequeña) y por supuesto el trabajo, también estaré ocupada casi todos los fines de semana por sus partidos de voley y esto significa que no podré estar por aquí todo lo que a mi me gustaría.
Tendré que buscar huecos y momentos para preparar recetas y entradas nuevas. En pocas palabras, esta temporada iré publicando recetas, pero mucho menos que hasta ahora, o mucho menos que antes del verano, aunque me gusta mucho este espacio de momento me es imposible ir actualizándolo todas las semanas.
La receta o el postre que os traigo hoy no es nada desconocido, creo que casi todo el mundo mínimo una vez en la vida ha probado un flan y también creo que casi a todos les encanta, o por lo menos yo hasta ahora no he conocido a nadie a quien no le guste el flan. Es una receta de estas caseras y de toda la vida, que no puede faltar en nuestro recetario.
La verdad, no sé porque no os la había traído hasta ahora, con las veces que suelo hacer este postre durante el año. Será porque había dado por hecho que todos sabéis hacerlo, por lo fácil que es prepararlo y por lo sencilla que es su preparación.
Hace unas semanas, un viernes por la noche, mi marido me llamó por teléfono diciéndome que se le había olvidado comentarme, que había quedado con unos amigos nuestros (Pepi y Antonio) y que el día siguiente estábamos invitados a comer una paella en su parcela. Y yo pensando, "pues vaya, buena hora para comentármelo, ¿no?".
Y luego me preguntó: "¿podrás hacer algo de postre o compramos algo?". Con lo que me gusta a mi llevar un postre casero, hecho por mí, como imagináis contesté "no no, haré algo".
Pepi y Antonio son vecinos y muy amigos nuestros. Pepi hace una de las mejores paellas del mundo y no es porque lo diga yo, cualquiera que prueba su paella, difícilmente se olvida de su sabor. Aunque me ha pasado la receta de su paella de carne, cada vez que vamos a comer paella a su parcela, estoy al lado del fuego para ver como la hace, nunca consigo que me salga como la suya. Por supuesto, el fuego a leña influye mucho en el sabor, pero la experiencia y la mano que tiene mi amiga en la cocina hacen el resto del trabajo.
Normalmente en casa nunca falta chocolate, yogures o fruta, pero aquel día me había quedado casi sin reservas, de echo el día siguiente teníamos planeado hacer la compra. Menos mal que me quedaban cosas básicas como azúcar, huevos y leche. Pues lo primero que se me ocurrió es preparar un flan, ya que tampoco tenía muchas opciones con los ingredientes que tenía en casa.
A nuestra amiga Pepi le encantan los postres caseros y tradicionales, los de toda la vida, y cuanto más sencillos mejor. Así que el éxito estaba asegurado.
Mi amiga me preguntó si tenía la receta en el blog, por si algún día se animaba a prepararlo y le dije que no. Pues "la tienes que poner" me dijo, "este tipo de recetas fáciles y de toda la vida no pueden faltar en tu blog". Su comentario me hizo pensar, la verdad sí que tengo recetas fáciles en el blog, pero me faltan recetas como dice ella, de toda la vida, caseras, tradicionales, que nunca pasan de moda y siguen gustando.
Así que, en los meses siguientes traeré recetas de estas, sencillas y de toda la vida.
Por supuesto, acepto sugerencias, así que cualquier receta que os gustaría que os traiga por aquí, sólo me lo tenéis que decir, enviándome un correo electrónico o a través de un comentario en alguna de las entradas de este blog.
Utensilios necesarios:
Colador, minipimer, cazo, bol, molde flanera de metal o de silicona y de 2 litros de capacidad, báscula de alimentos y jarra mediadora.
Observaciones:
○ El flan en vez de con canela y corteza de limón, se puede aromatizar con una vaina de vainilla.
Si os fijáis en la receta os daréis cuenta que yo preparo el caramelo solo con azúcar. Se puede preparar también con azúcar, un poco de agua y unas cucharadas de zumo de limón. Pero sinceramente a mí me gusta más prepararlo con azúcar sólo, ya que me da la sensación que el aroma a caramelo es como más pronunciado. La acidez y el aroma del limón, como que le roban un poco de protagonismo a ese aroma caramelizado tan característico del caramelo.
Esta receta también os sirve para preparar flanes individuales. Dependiendo de los moldes y su capacidad, con esta receta podéis elaborar de 6 a 8 flanes individuales.
Espero que os haya gustado la receta !!!
Hasta la próxima !!!
Besos!