Un día rebuscando en los cajones de la cocina, encontré un molde muy raro, era de hierro, con una forma que parecían cuatro corazones. Le pregunté a mi madre y me dijo que era para hacer flores. Flores? Qué es eso? Entonces se puso a hacerlas, se sabía la receta de memoria. Y cuando las hizo, quedé impresionada, qué fácil!! Qué ricas!!
Desde entonces las preparaba cada triqui-traque. En cualquier época del año. Hasta que un día leí en una revista que era un dulce típico de carnaval.
INGREDIENTES:
2 huevos
1/4l. leche
1/2 ramita vainilla
1/2 vaso anís
170 gr. harina
sal fina
aceite de girasol
azúcar
ELABORACIÓN:
Templamos un poco la leche con la vainilla en el microondas (para que infusione y coja el sabor la leche).
Batimos los huevos, la leche, el anís y una pizca de sal. Mientras, vamos añadiendo la harina, poco a poco, hasta dejar una masa cremosa.
Ponemos una sartén hondo a fuego fuerte, con abundante aceite y metemos el molde. Cuando caliente bastante, para que se despeguen bien las flores, lo empapamos de masa y ponemos a freír. Se tienen que soltar ellas solas del molde, y lo volvemos a calentar. Repetimos el movimiento hasta acabar la masa.
Espolvoreamos todas las flores con azúcar.
CONSEJOS ÚTILES:
El molde se puede comprar en una ferretería, creo que lo venden en todas. Pero lo importante es que sea de hierro. Yo compré alguno de aluminio, por cambiar la forma y no valen para nada. Se pegan muchísimo.
Cuando acabo de hacer las flores, no friego el molde, sólo compruebo que no tiene nada de masa, espero a que se enfríe y lo envuelvo en papel de cocina. Nunca se me ha oxidado, ni nada. Y al año siguiente lo tengo en perfecto estado para repetir.
Fuente: este post proviene de mi cafelito rico, donde puedes consultar el contenido original.
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