Para hacer las flores se necesita un molde especial (lo podéis ver en el fondo de la última foto), que encontraréis en algunos bazares y ferreterías. Muchas familias custodian estos moldes o hierros como auténticos tesoros que se heredan de generación en generación, guardándolos sin lavar (impregnados en el aceite de freír las flores) y envueltos en papel, para su mejor conservación. En cuanto a las flores, no son difíciles de hacer pero hay que pillarles el truco. Es normal que las primeras no se despeguen del molde, sobre todo si es nuevo, y quizá se nos quemen... Solo hay que insistir y comenzaran a salirnos unas flores preciosas y riquísimas.
INGREDIENTES:
200 gr de harina
80 ml de leche
80 ml de agua
50 ml de anís
la ralladura de 1 limón
1 pizca de sal
azúcar y canela (para espolvorear)
aceite de girasol (u oliva suave)
ELABORACIÓN:
1. En un bol desleímos la harina con la leche, el agua y el anís. Añadimos los huevos, la ralladura de limón y una pizca de sal. Batimos hasta que no quede ningún grumo, si lo preferís, podéis hacerlo con una batidora eléctrica. Dejamos reposar la masa una hora.
2. Ponemos al fuego una cacerola pequeña con abundante aceite, o bien, una sartén de buen fondo.
En la misma sartén o cacerola introducimos el molde para que vaya calentándose, es muy importante a la hora de hacer las flores que esté siempre caliente.
3. Con el aceite y el molde calientes, vamos a realizar la primera flor. Introducimos el molde en la masa sin que llegue a cubrirlo (si se ha calentado bien oiremos un pequeño chisporreteo), e inmdediatamente, se mete en el aceite caliente. Cuando comience a dorarse un poco la masa, se mueve muy despacio el hierro para que la flor se suelte. La doramos por ambos lados y la quitamos de la sartén para colocarla sobre papel absorbente. Es más que probable que las dos o tres primeras flores no se despeguen bien o que se nos quemen (en mi vitro las hago al 6), solo hay que insistir y enseguida nos saldrán. Una vez hecha la primera flor, calentamos de nuevo el molde en el aceite y repetimos el proceso tantas veces como sea preciso hasta acabar la masa.
4. Para terminar, mezclamos azúcar y canela al gusto en una tacita y espolvoreamos bien las flores de carnaval.
¡Buen provecho!
Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página Facebook , en Google +, Pinterest e Instagram.