A estas alturas ya sabréis que vivo en Avilés y que esta villa tuvo un boom industrial en las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado con la llegada , entre otras industrias, de ENSIDESA.
Avilés se pobló con familias provenientes, fundamentalmente, de Galicia, Extremadura, Castilla y Andalucía.
Nosotros vivíamos puerta con puerta con una familia extremeña, una familia numerosa, cuya casa estaba siempre abierta, literalmente la puerta abierta todo el día,para que por allí campáramos a nuestro antojo.
Crecí viendo gazpacho, perrunillas,pestiños, floretas y viendo a mi vecina y sus comadres reunirse para cocinar estas maravillas de la repostería extremeña.
Las flores me han perseguido desde entonces, me encantan.
Hace unos años, estando en Mérida , me dio por pasearme por todas las ferreterías en busca del molde...y lo encontré.Era antiguo de verdad, tan antiguo que se me óxidó;lo limpié con cariño y después lo tiré.Antes de pasar esa pena, hice mi primer intento de flores con una receta de una revista , sin más información y ,claro, no me salieron.
Son de estas espinitas clavadas que no puedes dejar sin quitarte.Y , un día, sin querer, en Avilés, apareció el molde;esta vez ya nuevo y con todas las garantías de higiene.
Quizás estuviera guardado un par de años hasta que, como suele ocurrir, en una tarde de domingo invernal, me lancé de nuevo a la aventura, esta vez bien documentado y la cosa salió mucho mejor.
Aquí está el resultado y mi experiencia por si os atrevéis con ellas en carnaval.
Ingredientes
2 huevos
170 gr. de harina
200 ml. de leche
50 ml. de anís
Además
Un litro de aceite para freír (preferentemente girasol pero yo usé de oliva)
Azúcar para rebozar
Molde para hacer las flores
Preparación
En una batidora o similar poner los ingredientes en el orden arriba indicado y batir hasta que no queden grumos.
Verter la masa en un recipiente estrecho y alto en el que quepa el molde.
Poner el aceite a calentar y meter el molde dentro.Calentar muy bien ambos.
Yo usé una pota pequeña para que el aceite suba en altura y cubra bien el molde.
Sumergir el molde en la masa de forma que quede uno pequeño borde del molde sin cubrir de masa;si se cubre totalmente la masa no se despegará en el aceite.
Pasar despacio el molde al aceite de forma que quede bien sumergido, esperar unos segundos y sacudir el molde para que se despegue la masa.
En unos segundos estará dorada y le daremos la vuelta.
Sacar la flor a papel absorbente y rebozar en azúcar.
Como nota final , deciros que es importante que controléis la temperatura del aceite según vayáis viendo.Yo hice lo siguiente:si la flor se doraba mucho, ponía el fuego moderado pero entonces la flor salía peor formada y tenía que volver a subirlo.