La receta que os traigo esta semana es una Focaccia de tomate y albahaca. Como ya sabréis, se trata de un pan típico de la cocina italiana muy similar a nuestro pan de aceite. La focaccia se puede cocinar con múltiples ingredientes, y el resultado es siempre delicioso. ¡Coge el delantal y sigue leyendo para aprender a preparar esta receta!
Ingredientes (por pan).
– 400 g de harina blanca
– 12 tomates cherry pera
– 6/8 hojas de albahaca fresca
– 15 g de levadura fresca
– 65 ml aceite de oliva virgen extra
– 1/2 cucharada grande sal
– 200 ml de agua
– 1 cucharilla de café de azúcar
– Aceite de oliva virgen extra y sal en escamas para decorar
Elaboración.
Disponemos los ingredientes para cocinar la focaccia de tomate y albahaca y ¡empezamos!
En primer lugar, ponemos en una jarra el agua con la levadura desmenuzada y el azúcar. Lo reservamos hasta que empiece a salir espuma en la superficie o al menos 10 minutos.
Después de esto, incorporamos el aceite de oliva a la jarra de agua; ponemos la harina y la sal en el bol de nuestra amasadora. Amasamos 30 segundos a velocidad 2 con el batidor normal. Después ponemos el gancho amasador y seguimos amasando durante 2 minutos a velocidad 1 hasta que tengamos una masa blanda y homogénea. Si no tenéis amasadora, tendréis que hacer todo esto a mano, como en cualquier otra receta que amasamos con harina. Una vez amasado, tapamos con un paño de cocina y dejamos que leve durante 1 hora y media. El objetivo es que doble su volumen.
OJO: La temperatura ambiente tiene que ser relativamente cálida. Si hace frío la masa no subirá.
Mientras reposa la masa, pereparamos otros ingredientes de la focaccia de tomate y albahaca. Lavamos y secamos los tomates cherry y los reservamos. Lavamos, secamos y picamos bien fino las hojas de albahaca. Cuando la masa haya reposado, la pinchamos con un dedo y volvemos a amasar a mínima velocidad a la vez que incorporamos la albahaca progresivamente.
Después, le daremos forma al pan sobre una superficie plana. Podéis ayudaros con un rodillo y espolvorear harina para que no se os pegue la masa. Podéis hacer la focaccia ovalada, redonda o como más os guste. Yo opté por dejarla ovalada, que es más fácil de conseguir. El grosor de la focaccia tiene que estar entre 1 cm y 1,5 cm. No la hagáis más gruesa, ya que luego en el horno va a aumentar mucho de tamaño.
Le hacemos unos agujeros con los dedos, donde introducimos los tomates. La colocamos sobre papel de horno en la bandeja y la volvemos a cubrir con un trapo. Dejamos que repose y aumente de volumen otra media hora. Aprovechamos también para encender y precalentar el horno a 200ºC.
Cuando haya pasado la media hora, solo nos quedará el paso final para terminar la focaccia de tomate y albahaca. La rociamos con abundante aceite de oliva y le añadimos la sal en escamas por encima. La metemos al horno durante 25 minutos o hasta que esté dorada.
Cuando esté listala focaccia, la sacamos del horno y nos preparamos para disfrutarla caliente. Este tipo de pan, a diferencia de otras recetas, es más sabrosa recién horneada. Si os sobra para otra comida, os recomiendo que la volváis a calentar antes de comerla.
De esta forma terminamos la elaboración de la focaccia de tomate y albahaca. Como siempre, espero vuestras opiniones y vuestras alternativas en los ingredientes. ¡Que disfrutéis de la receta!
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