Bon appétit amig@s,
Esta tarta que llamo galleta gigante debido a su presentación y a la masa sucrée que lleva de base –con la que podríamos comer unas deliciosas galletas pequeñas individuales poniendo el doble de azúcar que esta receta- rellena de peras y avellanas tostadas es riquísima y muy crujiente.
Una manera distinta de comer frutas con un toque especial y una presentación muy rústica y campestre.
Ingredientes:
Masa sucrée:
-200 gramos de harina
-100 gramos de margarina vegetal o mantequilla
-1 huevo
-50 gramos de azúcar glas
-Una pizca de sal
Relleno de frutas:
-4-5 peras no muy maduras
-Zumo de medio limón pequeño
-40 gramos de azúcar moreno
-10 gramos de maicena
-Un puñado de avellanas tostadas sin piel ni sal
Vamos a empezar por preparar la masa sucrée, que como os comenté antes, con esta masa podríamos hacer unas estupendas galletas poniendo 100 gramos de azúcar glas en vez de los 50 gramos de esta receta.
Vertemos en un bol la harina, que no hace falta tamizar , la pizca de sal y la margarina o mantequilla en pomada. Integramos bien estos ingredientes sin llegar a amasar. A continuación agregamos el huevo entero y el azúcar glas. Amasamos bien hasta formar una bola. La envolvemos en un papel film y la llevamos a la nevera unos 40-45 minutos.
Truco: Es normal que os quede una masa un poco pegajosa debido a la grasa que lleva, pero al volver a enfriar podréis luego trabajarla y extenderla muy bien aunque es un poco más delicada que otras masas.
Mientras reposa la masa vamos a pelar y cortar las peras en laminas no muy finas. Las regamos con el zumo de limón para que no se oxidan y añadimos el azúcar moreno y los 10 gramos de maicena. Mezclamos bien.
Truco: La maicena absorberá todo el zumo que van a soltar las peras durante la cocción y así resultará una estupenda galleta gigante muy crujiente.
Nota: yo he utilizado para esta receta peras de conferencia.
Una vez haya enfriado encendemos nuestro horno a 190 grados para que se vaya calentando mientras montamos la galleta gigante.
Extendemos nuestra masa sucrée con ayuda de un poco de harina. La vertemos en un molde donde hemos puesto una hoja de papel sulfurizado y no le cortamos los bordes.
Rellenamos con las peras que habíamos preparado antes y espolvoreamos con un puñado de avellanas tostadas sin piel ni sal a los que machacamos un poco.
Doblamos sobre el centro los bordes que han sobrado.
Horneamos a 190 grados durante unos 30-35 minutos.
¡¡Super crujiente y deliciosa!!
Bon appétit Mama
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