La receta de estas maravillosas y riquísimas galletas que os muestro hoy me la encontré en Cookpad y es obra de Mónica Vila. Nada más ver su foto ya me enamoré de ellas, pensé que por la "pintaza" que tenían deberían estar buenísimas... y no me equivoqué. ¡Y con lo que nos encanta en casa la calabaza!
Ingredientes:
200 gr de puré de calabaza
200 gr de azúcar
400 gr de harina
200 gr de mantequilla
1 pellizco de sal
1 sobre de levadura
azúcar glas
Preparación:
Cortamos unos 300 gr de calabaza, la pelamos, despepitamos y cortamos en cuadrados. La ponemos en un recipiente con tapa apto para el microondas al 100 % durante 5 minutos, pasado este tiempo y viendo que esté tierna la machacamos bien con un tenedor hasta hacerla puré.
Ponemos en un bol la mantequilla en pomada y el azúcar y lo mezclamos bien con una cuchara de madera. Añadimos el puré de calabaza y lo volvemos a mezclar muy bien.
Tamizamos la harina con la sal y la levadura y la vamos incorporando poco a poco a la mezcla anterior, hasta que nos quede una masa homogénea.
Cubrimos el bol con papel transparente y dejamos reposar la masa en la nevera unos 30-60 minutos.
Precalentamos el horno a 175ºC y preparamos 2 placas de horno con papel de hornear. Ponemos 4 cucharadas de azúcar glas en una taza.
Con la masa vamos haciendo bolitas y pasándolas por el azúcar glas, procurando que queden bien rebozadas de azúcar. Las colocamos en la placa de horno y las aplanamos un poco con los dedos.
Horneamos durante unos 15 minutos y las dejamos enfriar sobre una rejilla. Se conservan bien durante varios días en una caja metálica... ¡aunque las mías no llegaron a tener esa suerte, pues desaparecieron en pocas horas!