Aunque la primavera todavía no ha entrado oficialmente, podemos disfrutarla ya gracias al buen tiempo que está haciendo en estos días. Así que en casa ya estamos pensando en alguna actividad al aire libre con los dos peques que sin duda os contaré y mostraré en fotos.
Así mismo, esta semana una amiga mía, mamá también, me ha recomendado leer dos libros que ha ella le han ayudado mucho para entender a sus pequeñas y así afrontar el día a día de cada una de ellas. Uno de ellos es el "Cerebro del niño" de Daniel J. Siegel y el otro es "Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen" de Adele Faber, Elaine Mazlish, Kimberly Ann Coe.
El primero, tal y como cuenta, nos enseña 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de cada hijo y a mí me está enseñando mucho.
Hace poco dejó de estar entre nosotros uno de los abuelos y hasta ese momento mi hija se adentraba en el colegio con alegría y normalidad. Se despedía de mí con un beso en la mejilla mientras sujetaba su talega en una mano y con la otra me decía adiós.
Desde entonces, la entrada al colegio se ha convertido en una situación desagradable para las dos. La llegada al colegio es lenta y tediosa y la entrada al aula es tener que tirar de ella para que no salga corriendo de vuelta al aparcamiento.
Algo ha cambiado en su cabecita y no sé que es. A lo mejor está relacionado con la ausencia de su abuelo, o quizás con el hecho de haberse llevado alguna decepción en el colegio al mismo tiempo de tener que enfrentarse sola a ella, pero también puede ser que al verme marchar con el hermano en el cochecito, quiera estar conmigo al igual que él y no en el cole.
Porque el pequeñín ya camina y los celos están a flor de piel. Su hermano reclama su espacio de juegos y mucha más atención por mi parte. Así que chicas como me los estoy leyendo en paralelo y poco a poco, ya os diré a qué conclusión llego cuando los termine de leer. Se me encoge el corazón cada vez que la dejo en el colegio llorando.
Por otro lado deciros que estoy preparando nuevos proyectos que tengo sobre la mesa y que os iré desvelando poco a poco. Os dejo con la receta de unas galletas de chocolate fabulosas para poder decorarlas después con fondant o con glasa de colores. Espero que os sea de utilidad.
GALLETAS DE CHOCOLATE PARA DECORAR
Ingredientes para las galletas
250 gr de mantequilla a temperatura ambiente en cubos.
250 gr de azúcar glasé.
600 gr de harina de trigo.
60 gr de cacao en polvo para repostería.
1 huevo L+ 1 yema batidos.
Un buen chorreón de extracto de vainilla.
Un pellizco de sal.Elaboración
Tamizamos en un bol la harina y el cacao y los mezclamos bien.
En otro bol, con la ayuda de una batidora eléctrica y a velocidad media, batimos la mantequilla y poco a poco vamos incorporando el azúcar. Batimos hasta que la mezcla sea homogénea pero sin exceso de batido sobre ella.
Volcamos sobre la mantequilla los huevos levemente batidos, y los incorporamos batiendo bien, añadimos el chorreón de extracto de vainilla (a mí me encanta el extracto de vainilla así que le echo bastante) y la sal.
Con todos los ingredientes incorporados y bien batidos, vamos añadiendo la harina con el cacao, despacio, poco a poco y sin parar de batir. Si la mezcla se os vuelve demasiado seca, le podéis echar un chorreón de leche al bol y seguir batiendo sin miedo.
Una vez obtenida la masa, la volcamos sobre papel para hornear y amasamos hasta eliminar cualquier resto blanco de harina.
Dividimos la masa en 4 bolas del mismo tamaño y pasamos a realizar los siguientes pasos para cada una de las 4 bolas de masa.
Con otro papel para hornear puesto encima de una de las bolas de masa y con la ayuda de un rodillo y de dos niveles de entre 3 y 5 mm de alto vamos a extenderla, para preparar la masa con el mismo grosor en toda ella y que las galletas nos salgan iguales. La masa una vez extendida se introduce en el frigorífico aproximadamente una media hora antes de cortar las formas.
Pasada la media hora cortamos las galletas con el cortador que hayamos escogido y volvemos a introducir las galletas cortadas en el frigorífico de nuevo antes de hornearlas una media hora de nuevo.
Antes de cortar las galletas y antes de hornear, la masa debe estar bien fría para que no se nos deforme ni una pizca. Estos pasos los realizaremos para cada bola de masa de galletas que tengamos hasta agotarlas.
Las galletas necesitan un horneado de 180 ºC, durante 12 minutos aproximadamente. Si las colocáis sobre papel de horneado en la bandeja del horno mejor.
Después del horneado dejamos enfriar las galletas sobre la bandeja del horno unos minutos tras los cuales traspasaremos las galletas a una rejilla de enfriado.
Notas
Las galletas salen muy suaves y estupendas para después, una vez frías, las decoremos con fondant o glasa a nuestro gusto.
Las podemos preparar con varios días de antelación a la decoración. Si las conserváis tal cual, metedlas en un recipiente hermético y en un lugar seco y fresco. Se conservan bien durante 5 días.
Si las conserváis adornadas no las dejéis en el frigorífico porque se os estropearán.
Podéis congelar las galletas dentro de un recipiente durante 10 minutos antes de hornearlas. También sirve y quedan muy bien.
A disfrutar y hasta la próxima.