¿Cómo han estado estas últimas semanas? Les cuento que yo he estado haciendo pequeñas remodelaciones en casa, ya decoré para recibir a Santa. Saúl tuvo un festival muy lindo en el preescolar y por supuesto me toco prepararle su vestuario. Fui a mi primer black friday, que por cierto no sé si estaba en la plaza equivocada pero a mí no me toco esa locura que sale en las películas o en las noticias, donde la gente entra corriendo a las tiendas, se pelean por las cosas y es un tremendo caos. Estaba entusiasmada por ver eso, pero creo que fue mucho mejor así, no me toco hacer una fila interminable para pagar y obtuve algunos buenos descuentos.
Y hace un par de días estaba como de vacaciones, mi esposo tuvo unos días libres en el trabajo. Lastima que Saúl estaba en la escuela sólo el viernes pasado (tuvo día libre) y el fin de semana pudo estar con su papá. Por eso mismo digo "como de vacaciones" porque parte de nuestra rutina siguió. Mi peque tuvo que ir a clases.
¿Qué les parece si comenzamos con la receta de hoy?
Ustedes tal vez se dieron cuenta en una de mis redes sociales que desde hace varias semanas hice estos muñequitos de jengibre, me adelanté un poco a la Navidad.
Les contaba que para el mes de octubre tenía pensado comprar una calabaza jumbo para hacer mucho puré casero y usarlo en varias recetas, pero al final ya no me había dado tiempo. Para que no me pasara lo mismo yo me encontraba haciendo galletas de jengibre antes de halloween. Tenía el espiritu navideño en pleno octubre.
Y sí que se ha ido rápido el tiempo ya estamos a diciembre y llegó el día de compartir la receta.
Para endulzar estas galletas necesitaremos azúcar mascabado y melaza. Sé que en algunas partes no venden la melaza, incluso en mi ciudad es un producto que no he encontrado, es un ingrediente muy americano. Pero como saben yo tengo del otro lado a San Diego, así que allá lo compro.
Esta vez yo tuve que hacer una miel de piloncillo porque no me había dado cuenta que ya casi me había terminado la melaza. Así que si ustedes no la encuentran, pueden usar piloncillo para hacer una miel como esta vez lo hice yo. El color y el sabor es muy parecido al de la melaza.
En las notas les dejaré cómo hacerlo. Nada más tengan cuidado de no dejar enfriar mucho la miel porque se endurece de nuevo, a mí me pasó. Pero no se preocupen, si eso pasa tiene arreglo, pueden agregar otro chorrito de agua y calentarla otra vez.
Hace años que no decoraba galletas y con el pulso de maraquero que ya les había contado que tengo, no tenía idea cómo me quedarían las galletas, pero, ¿han quedado bien verdad?
Ustedes pueden hacerlas como más les guste y agregar más detalles.
Galletas de Jengibre
Ingredientes.
24 galletas aproximadamente.
Para la Masa:
3 tazas (450 g) harina, todo uso + para mesa de trabajo
2 cditas. jengibre molido
1/4 cdita. clavo molido
1/2 cdita. nuez moscada recién rallada o 1/4 cdita. nuez moscada molida
1/2 cdita. canela molida
1 cdita. bicarbonato de sodio
1/2 cdita. polvo para hornear
1/4 cdita. sal de mar fina
85 g mantequilla, a temperatura ambiente
1/2 taza (95 g) azúcar mascabado
1 huevo, a temperatura ambiente
3/4 taza (180 ml) melaza (unsulfured molasses) *
Para el Glaseado:
2 tazas (240 g) azúcar glass
4 cditas. polvo de merengue
1/4 taza (60 ml) agua
Procedimiento.
Para la Masa:
En un bowl mezclamos nuestra harina, especias, bicarbonato, polvo para hornear y sal. Dejamos de lado.
En el bowl de la batidora agregamos la mantequilla y azúcar mascabado y batimos a velocidad media-alta hasta que estén integrados los ingredientes, cerca de 3 a 5 minutos. Agregamos el huevo y la melaza. Bajamos la velocidad y poco a poco agregamos la mezcla de harina, mezclamos sólo hasta incorporar. Dividimos la masa en dos discos y envolvemos en plástico cada uno. Refrigeramos hasta que se ponga firme la masa, por al menos dos horas o hasta dos días.
Precalentamos el horno a 350 °F (180 °). Preparamos dos a tres charolas o placas con papel encerado. Dejamos de lado.
Enharinamos nuestra mesa de trabajo y empezamos a trabajar una parte de la masa. Estiramos con un rodillo hasta formar un grosor aproximado de 3 mm. Hacemos las galletas con nuestro cortador de muñequito de jengibre o con la forma que gustes y pasamos a las charolas. También se puede enharinar el cortador, así prevenimos que la masa se pegue. Unimos las orillas que nos quedaron y volvemos a extender la masa y hacemos más galletas. Repetimos el proceso con el otro disco de masa.
-Si has dejado varias horas la masa en el refrigerador, se ha puesto muy dura y es difícil trabajar con ella, puedes dejarla unos minutos a temperatura ambiente para que se ablande un poco-
Llevamos a hornear.
Yo dejé mi primera tanda de galletas 11 minutos en el horno, la segunda 8 y la tercera 10. Unas me quedaron crocantes y las otras más suavecitas. Se pueden hacer como más les guste. Recomiendo de 8 a 10 minutos para galletas blanditas y para galletas más crocantes de 8 a 13 minutos.
Pasamos las galletas a una rejilla para que enfríen por completo.
Para el Glaseado:
Cernimos el azúcar glass y la ponemos en un bowl junto con el polvo de merengue y el agua. Mezclamos muy bien. Se puede ajustar la consistencia con más azúcar glass o con más agua si es necesario.
Pasamos el glaseado a una manga con una duya #3 wilton o similar.
Decoramos las galletas y dejamos secar el glaseado.
Notas.
*Si no encuentran melaza se puede hacer miel de piloncillo. En una olla ponemos media taza de agua y un cono de piloncillo de aproximadamente 250 g. Llevamos a fuego medio hasta que el piloncillo se derrita por completo y se forme una miel ligeramente espesa. Apagamos el fuego y dejamos que enfríe un poco.
-Si no tienen manga y duya para decorar, pueden utilizar una bolsa ziploc y hacer un pequeño hoyo en una de las esquinas con unas tijeras.
-Las galletas guardadas en un contenedor hermético duran de 2 a 3 días a temperatura ambiente.
Fuente: Receta ligeramente adaptada de Martha Stewart
Hace mucho tiempo que no hacía galletas de jengibre. Anteriormente para estas fechas eran las unicas que hacía, antes de que naciera Saúl y cuando él estaba muy pequeñito que no podía comerlas. Ahora no estaba muy segura si a mí peque le gustarían tanto como las que tienen chocolate (son sus favoritas). ¡Y afortunadamente sí le encantaron! No sé si aparte de que en verdad están súper ricas, fue que lo involucre; preparé algunos sprinkles, azúcar de colores y dulces para que él pudira decorar sus propias galletas. Ya se podrán la cara de felicidad que tenía mi niño hermoso decorando sus galletas y después probando sus creaciones.
¡Que lo disfruten!
Brunis boulangerie