La harina integral se obtiene a partir del trigo entero, es decir, molido con su cáscara con lo que conserva todas las vitaminas propias del germen de trigo.
Para usarla en pastelería, hay que tamizarla antes de hacer la masa, por lo que al comprarla hay que especificar a que se va a destinar.
Aromatizar la masa de las galletas con un licor dulce como el anís o el kirsch, hace que junto al sésamo le den un punto de sabor maravilloso.
Ingredientes:
180 gr de harina biológica integral
2 cucharadas de miel
6 cucharadas de aceite de semillas de sésamo
un huevo
una cucharadita de vainilla en polvo
una cucharadita de levadura en polvo
Preparación:
Mezclamos en un bol la miel con el aceite de sésamo, añadimos un huevo ligeramente batido con un tenedor y poco a poco, vamos incorporando la harina, la levadura y la vainilla en polvo (tamizadas juntas la levadura y la vainilla).
Removemos todos los ingredientes hasta obtener una masa suave y bien amalgamada. Si la mezcla resulta demasiado espesa, podemos añadir un poquito de agua.
Precalentamos el horno a 190 grados.
Estiramos la masa con un rodillo sobre la mesa de trabajo y con un cortapastas vamos cortando galletitas y las vamos colocando sobre una bandeja de horno recubierta de papel sulfurizado.
Cocemos las galletas durante 15 o 20 minutos, hasta que tomen un ligero color dorado.
Dejarlas enfriar completamente antes de servirlas.