Son un aperitivo muy sabroso que además nos aporta proteínas y fibra y tiene menos grasas que otros snacks. Además podemos adaptar las especias a nuestro gusto o en función de las que tengamos siempre que sean en polvo.
También los podemos utilizar en ensaladas y cremas de verduras. Se conservan bien unos 3 ó 4 días si los guardamos en un bote hermético o una bolsa con cierre zip y los dejamos en el frigorífico, aunque si los comemos los dos primeros días los podemos dejar a temperatura ambiente en un frasco abierto y de este modo estarán más crujientes, sobre todo el primer día.
Ingredientes
1 bote de 400 g de garbanzos cocidos
1 cucharada de pimentón dulce
1 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de cebolla en polvo
1 cucharadita de curry en polvo
1/2 cucharadita de cúrcuma
1/2 cucharadita de comino molido
1/2 cucharadita de pimienta molida
1/2 cucharadita de sal
1 cucharada de zumo de limón
1 cucharada de aceite de oliva virgen
Elaboración
Precalentamos el horno a 200 ºC.
Ponemos los garbanzos de bote en un colador y los lavamos con agua bajo el grifo. Los escurrimos y los secamos con cuidado con papel de cocina hasta que estén secos completamente. El paso del secado es importante ya que hace que los garbanzos queden más crujientes.
En un cuenco amplio ponemos el zumo de limón, el aceite de oliva virgen y todas las especias. Mezclamos bien hasta que quede una mezcla uniforme. Incorporamos los garbanzos y los cubrimos bien con la mezcla ayudándonos con una cuchara.
En una bandeja de horno ponemos papel vegetal y colocamos los garbanzos extendiéndolos.
Horneamos unos 45 ó 50 minutos, en función de cada horno y aproximadamente cada 15 minutos los movemos un poco con una espátula para que se hagan y se sequen mejor por todos los lados y los últimos minutos estamos un poco más pendientes para controlar que no se nos quemen. Cuando ya estén crujientes, abrimos el horno y dejamos dentro los garbanzos unos minutos más mientras el horno va perdiendo calor. Sacamos la bandeja del horno y los dejamos que se terminen de enfriar.
Cuando estén completamente fríos a disfrutar.