En este obrador no hacen cupcakes, ni tartas fondant, ni macarons o cronuts. No. No pienses que vas a encontrar todo eso en este pequeño taller artesanal situado en Olite. Vas a encontrar algo seguramente mejor: las pastas de toda la vida. Aunque los cupcakes y los macarons estén de moda y a mí me gusten, no hay nada como una buena caja de pastas mantecadas.
Pastas de las de toda la vida: mantecados, cocos, delicias de moscatel, almendradas, tortas de txantxigorri, roscos, rosquillas... productos de elaboración totalmente artesanal que se preparan con todo el mimo del mundo para poder llegar a todos los públicos. Porque no nos engañemos: son pastas que no pasan de moda.
Lo que más me llamó la atención del local era su amplitud. Contaban con muy pocas máquinas y es que intentan hacer todo a mano, todo lo que pueden. Obviamente tienen batidoras en las que caben dos personas, hornos de muchas bandejas y máquinas para acabar los mantecados, pero casi toda la elaboración es manual y con productos de la zona. ¡Incluso el envasado lo hacen a mano!
Sorprende la gran variedad de la que disponen en un obrador en el que día a día trabajan tres personas para sacar producciones enormes. Y es que uno de los objetivos de este obrador son las ferias. Ferias como las que se celebran en Tafalla este fin de semana. Una cita que Ignacio J. Vidaurre no se pierde por nada del mundo. Si os pasáis este fin de semana por la ciudad del Cidacos no os olvidéis de pasar por su puesto en la plaza de Tafalla, ¡seguro que están encantados de sorprenderos con sus productos!
No esperéis una caja de diseño o un look super cuidado y estudiado, como sacado de una tienda de la gran manzana neoyorquina o del Soho londinense. No. No va con el tipo de producto que venden. Apuestan por la tradición, por el saber hacer heredado durante generaciones y los productos que gustan, unos seguramente más que otros, a todo el mundo. Yo no puedo ser objetivo, tengo un apego impresionante por los mantecados, aunque las delicias de moscatel son difíciles de rechazar.
¡Ah! Y mirad qué magdalenas, ¡qué altura! Es otra de las cosas que más me sorprendió. Nunca he hecho magdalenas de las de toda la vida, pero estoy seguro de que no me subirían tanto. ¡Me apuesto lo que queráis!
No me enrollo más. Espero que si venís a Tafalla este fin de semana os paséis por el puesto que colocarán en la plaza: sábado y domingo desde las 10.00 de la mañana ¡Saludarles de mi parte!
Fuente: este post proviene de Jaleo en la Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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