Obviamente, los servimos con helado cookie dough y un poco de chocolate, y alternamos los gofres normales y otros con pepitas de chocolate dentro. Los dos estaban buenísimos y pasaron la primera prueba. Además, la máquina es muy fácil de usar, en poco más de tres minutos tenemos listos dos gofres que se sacan sin problemas, no se pegan, y si sobran se congelan para disfrutarlos otro día con un golpe de microondas como recién hechos.
La receta que usé la encontré buscando en Youtube porque quería ver la cantidad de masa que había que echar, pero ya os digo que si tenéis la gofrera cuadrara hay que poner más cantidad, porque si no salen feos al no cubrir la placa entera. Tenía que haber hecho una foto para enseñar cuánta masa puse, pero cuando estoy haciendo cosas no me da el nervio para ponerme a fotografiar, aunque intentaré hacerlo la próxima vez. De todos modos, los primeros siempre suelen salir mal, así que no desesperéis.
Ingredientes:
1 huevo
125cc de leche
50gr de mantequilla
50gr de azúcar
1 sobre de azúcar vainillado
125gr de harina
1/2 sobre de levadura
1 pizca de sal
Preparación:
Desconozco cómo se hizo en el vídeo, yo me guié por mi instinto animal. Empezamos batiendo la mantequilla a punto pomada, incorporamos el huevo, batimos, el azúcar normal y vainillado y volvemos batir. Añadimos la leche, batimos, la harina, levadura y sal, batimos y dejamos reposar hasta que la masa haga burbujas (unos cinco minutos). Ponemos la gofrera a calentar en el número 4, y en cuanto se encienda la lucecilla verde engrasamos, o bien con un poco de aceite de girasol y un pincel de cocina o con spray desmoldante, y echamos dos cucharadas soperas colmadas de masa en cada placa. Aseguraos de cubrir todos los cuadraditos, aunque sea extendiendo con la cuchara, y ya sólo nos queda cerrar la tapa y esperar tres minutitos para sacarlos y ponerlos sobre una rejilla.
Mi consejo es que pongáis la masa sin miedo. A mí me rebosó uno un pelín al poner dos cucharadas y media de masa, pero hasta diría que fue el que mejor salió visualmente (el segundo). De sabor están estupendos, son muy muy fáciles de hacer, porque apenas tardáis quince minutos en tener todo listo, y con cualquier cosa están ricos: arándanos, frambuesas, mermeladas, cremas de chocolate, nata (crema de leche), helado... Mi próximo reto es hacerlos salados.
FUENTE: Cristina Glaría