Una de esas rutinas ha sido los retos, como el Reto #Asaltablog, que se celebra el último domingo de cada mes. Un reto en el que por sorteo se elige un blog y todos los que pertenecemos a este grupo de ladronzuelos, visitamos el blog elegido y sustraemos la receta que más nos guste, la elaboramos y la compartimos. Es una manera de conocer a otros bloggers, sus cocinas y sus blogs.
El reto de marzo se ha pasado a abril por lo anteriormente expuesto. El blog a asaltar es el de Kety Porras, "Croketypot", que os recomiendo, os va a encantar su cocina.
Paseando por él, me encontré con la receta Gofres de tortilla de patatas y salsa brava, que Kety elaboró para el "Reto Cocinarte".
Kety es un a andaluza que vive en Granada, ciudad que visito cada año y me encanta. Así que cuando vaya para allá, te avisaré para quedar y tomarnos unas tapitas granaínas.
Pues vamos a elaborar esos deliciosos gofres de tortilla de patatas, y para ello, vamos a necesitar los siguientes ingredientes, para dos personas:
Para los gofres:
4 patatas medianas
4 huevos
aceite de oliva virgen extra
sal
Para la salsa brava:
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
3 cucharadas de harina
1 taza de caldo
1 taza de agua
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de sal
1/8 de cucharadita de cayena molida (Opcional)
He cuadruplicado las cantidades de los gofres de la receta original porque mi molde de gofres tiene que ser para gofres más grandes y los he preparado para Monsieur Accidents y para mí, elaborando 2 gofres para cada uno.
El caldo que vamos a utilizar es de verduras en lugar de caldo de carne como en la receta original, ya que en la situación en la que estamos es difícil tener todos los ingredientes que uno desea en la despensa.
Si queremos que la salsa pique, podemos añadir guindilla o un poco de pimentón picante. Yo le he añadido 1/8 de cucharadita de cayena molida.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es la salsa, para ello, en un cazo, introducimos el aceite y la harina y lo ponemos al fuego, cocinamos un minuto o dos, sin parar de remover con unas varillas, para hacer una especie de roux.
Incorporamos el caldo, poco a poco, sin dejar de mover con las varillas.
Tenemos que conseguir que no se hagan grumos. Añadimos el agua, el pimentón, la sal y un poco de guindilla, si deseamos. Cocinamos durante 10 minutos o hasta conseguir la consistencia deseada, sin dejar de remover con las varillas.
Cuando tengamos una salsa fina y sin grumos, la probamos y rectificamos de sal. Apartamos y lista.
Ahora nos ponemos con los gofres. Lo primero que vamos a hacer es preparar las patatas, así, lavamos y secamos las patatas, las pelamos, las partimos muy finas y las freímos en aceite de oliva hasta que estén bien hechas.
Cascamos los huevos y los echamos en un bol, batimos y añadimos la patata escurrida. A mi me gusta machacar la patata un poco, con ayuda de un tenedor. Agregamos un poco de sal y mezclamos bien.
Yo no tengo gofrera, así que voy a utilizar unos moldes y a hacerlos al horno. Para ello, lo precalentamos a 220ºC con calor arriba y abajo. Como los moldes son nuevos, los engrasamos ligeramente.
Colocamos los moldes en una bandeja de horno y vertemos la masa en los moldes con ayuda de un cazo, llenando los moldes hasta cubrir todos los picos.
Llevamos al horno, colocando la bandeja a una altura media baja y horneamos durante 8 o 9 minutos.
Transcurrido este tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar unos minutos. Desmoldamos los gofres sobre la bandeja de horno dándoles la vuelta. Cocinamos en el horno los gofres con el lado dibujado hacia arriba, durante 8 o 9 minutos o hasta que queden dorados.
Sacamos los gofres del horno y los servimos.
Presentación:
Lo servimos en unos platos de presentación con un poco de salsa brava. Podemos espolvorear unos copos de chile.
Con este aperitivo, Kety quiso homenajear a los aperitivos típicos que sirven en los bares del centro de Madrid, la tortilla de patatas y la salsa brava. Acompañados de una cerveza bien fría, ya podríamos decir "de Madrid al cielo", como dice ella.
Esta receta me ha hecho recordar cuando iba a trabajar a Madrid, el viernes siempre nos reuníamos los compañeros e íbamos a tomar un pincho de tortilla para desayunar. Con lo que me gusta la tortilla, para mí, era el mejor desayuno de la semana. Lo solía pedir con zumo de naranja recién exprimido y un café.
Bon appétit!