Ser vegetarianos no nos impide darnos el placer de vez en cuando de comernos una sabrosa hamburguesa, hay mil maneras de prepararlas semejantes a las de carne convencionales usando seitán o tofu, incluso las venden ya hechas.
Pero estas de alubias y patata están riquísimas... y de momento se han convertido en nuestras favoritas, para mi no es ningún problema elaborar la masa de las hamburguesas, incluso cuando no éramos vegetarianos las hacía yo misma, no hay comparación posible con las que encontramos en el mercado ya preparadas.
El proceso es muy sencillito, solo tenéis que tener los ingredientes listos y en pocos minutos tendréis vuestra masa de hamburguesa para usar al día siguiente.
INGREDIENTES
Bote de alubias.
1 patata.
1 pimiento verde.
2 ajos.
1 cebolla tierna.
5 ó 6 cucharadas de avena.
3 ó 4 cucharadas de pan rallado.
Harina de garbanzo para rebozar (opcional)
1 pastilla de caldo de verduras.
1 guindilla (opcional)
Sal y pimienta.
Cortamos la patata a dados pequeñitos, picamos la cebolla, el pimiento y los ajos muy fino, es importante tener todos los ingredientes preparados para ir incorporándolos en el momento justo.
Pochamos la patata en una sartén con aceite y cuando se empieza a poner blandita incorporamos el pimiento, los ajos, la cebolla y la guindilla. Salpimentamos y removemos unos minutos.
Deshacemos la pastilla de caldo en un vasito de agua e incorporamos a la sartén, añadimos también la avena y seguimos removiendo hasta que se evapore el agua un poco.
Chafamos las alubias con un tenedor e incorporamos a la mezcla de la sartén, removemos hasta que todos los ingredientes queden bien integrados y veamos que están hechos.
Retiramos a un bol, buscamos la guindilla y la retiramos, así nos evitamos sustos ;). Añadimos el pan rallado al gusto, también podéis echarle un huevo batido para ayudar a que la masa quede más ligada, yo no lo hice aquí pero si lo he hecho en otras ocasiones.
Removemos bien ayudándonos de un tenedor hasta lograr la consistencia que nos guste. Guardamos en el frigo por lo menos una noche.
Al día siguiente hacemos unas bolas y chafamos con las manos, podéis rebozarlas un poco en harina de garbanzo antes de freir en la sartén.
¡¡¡ESTÁN RIQUÍSIMAS!!!
¿Os animaríais a probarlas?