Normalmente me voy al super a comprar un bote de helado, pero eso con este blog ya no sería muy compatible. Esta receta de helado de café parte de la base de una crema Inglesa enrriquecida con nata (crema de leche), aportándole mucha más cremosidad y estabilidad a nuestro helado, sin falta de usar una mantecadora o heladera.
Es muy fácil de hacer, sólo tendremos que tener un poquito de paciencia e ir de vez en cuando al congelador para batir un poco nuestro helado y que no se haga un bloque. También podemos intercambiar un 25% del azúcar por azúcar invertido para conseguir una consistencia mas cremosa y menos cristalizada.
Ingredientes:
500 ml de nata (crema de leche).
250 ml de leche.
50 g de azúcar.
3 sobres de café instantáneo.
6 yemas de huevo.
50 g de azúcar.
Esencia de vainilla.
Preparación:
En un recipiente ponemos a hervir la nata (crema de leche), la leche y 50 g azúcar .
En un bol batimos las yemas de huevo junto con los 50 g de azúcar.
Una vez que la leche haya comenzado a hervir vamos añadiendo la leche caliente a las yemas de poco en poco, batiendo para distribuir el calor y que la preparación no se nos corte.
Una vez que hayamos añadido toda la leche, pasamos nuestra crema a una olla.
Ponemos a fuego bajo hasta que la mezcla alcance la consistencia deseada y la temperatura de pasteurización 80ºC, manteniendo la temperatura 5 minutos. Es importante no sobrepasar la temperatura, porque el huevo a partir de esos grados ya empieza a cuajar y se nos cortará.
Agregamos el café en polvo y la esencia de vainilla, removiendo hasta que se disuelva completamente.
Vertemos la mezcla en un recipiente y lo dejamos reposar unos minutos en el congelador para bajar la temperatura rápidamente hasta que temple.
Cerramos el recipiente herméticamente y lo pasamos al congelador para comenzar ya a mantecar nuestro helado.
Cada cierto tiempo, pueden ser 2-3 horas vamos a ver como está nuestro helado y lo batimos enérgicamente con unas varillas para que quede cremoso y no se forme un bloque.
Cuantas más veces lo batamos mejor nos quedará la textura y menos cristales nos van a salir.
Dejamos reposar toda la noche y ya tendremos nuestro helado listo para poder disfrutarlo.
Fuente: este post proviene de Dulces, tartas y otras historias, donde puedes consultar el contenido original.
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