El helado de turrón no es de mis favoritos pero sí el de mi madre. El año pasado me quede con las ganas de preparárselo porque no tenía ninguna tableta de turrón, así que me conformé con hacer un sucedáneo y le hice un Helado de barquillos de turrón que le gusto mucho.
Esta Navidad pasada he tenido la precaución de guardar una tableta de turrón blando para poder prepararle a mi madre su helado preferido.
La receta es del libro de Sandra Mangas,"Polos y helados" que he tenido la suerte de ganar en el sorteo que organizo Recetags hace unas semanas. Esta ha sido mi primera receta pero la lista es interminable, para colmo ha caído en manos de mis hijas que quieren que los haga todos!! La verdad es que es un libro precioso, con unas fotografías que te hacen salivar y con recetas para todos los gustos.
De todas formas, al igual que me paso con el Helado de vainilla con nueces de pecan caramelizadas, son dos helados que no pediría en una heladería porque cuando pruebas el casero, nada tiene que ver con los comprados, son muchísimo más ricos.
Sí no tenéis ninguna tableta de turrón por casa os aconsejo que esta Navidad lo hagáis, los helados no son solo para el verano, saben hasta más ricos cuando los tomas fuera de temporada.
Os dejo con la receta.
Ingredientes:
500 ml de leche entera
200 ml de nata (crema de leche) 35% materia grasa
50 gr de miel
300 gr de turrón de Jijona
3 yemas de huevo
Preparación:
Hervir en un cazo la leche, la nata (crema de leche) y la miel.
Cuando comience a hervir añadir el turrón troceado , dejar que repose unos minutos fuera del fuego y volver a poner en el fuego , remover hasta que se deshaga. Los trozos de almendra no se deshacen, se verán los trocitos, que además luego le aportar un crunch delicioso al helado.
Batir las yemas de huevo y añadirlas a la mezcla anterior, poco a poco y sin dejar de remover.
Seguimos calentando esta mezcla a fuego moderado, removiendo hasta que veamos que ha espesado un poco.
Colocamos la mezcla en un baño frío, es decir, en un cuenco con agua fría ( sí le ponemos un poco antes unos cubitos, mucho mejor). Removemos de vez en cuando para que la mezcla se enfríe.
Volcamos la mezcla en un recipiente hermético y lo dejamos en la nevera durante al menos 12 horas.
Mantecamos el helado con la ayuda de una heladora durante el tiempo que indique el fabricante. La mía es la del Lidl y tardo unos 25 minutos.
Sí no tenemos heladera entonces hay que introducir la mezcla en el congelador, en un recipiente hermético e ir removiendo durante las 2-3 primeras horas, cada media hora, con la ayuda de unas varillas o de un tenedor para evitar que se formen cristales de hielo.
Guardar el helado en un recipiente hermético durante al menos 24 horas antes de consumir.
Para poder apreciar todo su sabor y poder hacer las bolas sin dificultad, sacar del congelador al menos 10 minutos antes de consumir.