Esta mañana, hemos encontrado los primeros higos en el supermercado y a pesar de su precio (cerca de 6 euros el kilo), no hemos podido resistir la tentación, puesto que es la fruta favorita de la mujer y mía.
Pero como no me he conformado con comerlos tal cual, que para comerlos así ya he reservado unos cuantos para la noche, he querido preparar un postre con ellos, para mañana y pasado.
Ingredientes (4 personas):
6 higos frescos
1 sobre de preparado para flan de chocolate
3 cucharadas soperas de azúcar
½ litro de leche
Fondant blanco
Bolitas de azúcar de colores
Preparación:
En primer lugar, prepararemos el flan según las instrucciones del fabricante (si es flan normal y deseáis que sea de chocolate, le podéis agregar una cucharada sopera de chocolate en polvo, a la leche, cuando la calentáis).
Generalmente el flan se realiza reservando dos deditos de leche, para deshacer los polvos del sobre y el azúcar, reservándose esta mezcla, hasta que el resto de leche comience a hervir.
Mientras calentamos la leche, podemos cortar los higos a cuadraditos, a tamaño apto para comerlos con cuchara de poste y los repartimos entre cuatro copas.
Cuando la leche comience a hervir, la retiramos del fuego, le añadimos la leche fría que tenemos mezclada con los polvos y el azúcar y mezclamos bien.
Repartimos esta mezcla entre las cuatro copas y dejamos enfriar, para que el flan solidifique.
Mientras con fondant blanco, lo aplastamos, creando una laminita fina y lo recortamos con un corta pastas (en mi caso con forma de hipopótamo).
Una vez tenemos listos nuestros cuatro hipopótamos, le colocamos una bolita de azúcar a cada uno a modo de ojo.
Decoramos cada copa cuando se enfríe con uno de nuestros hipopótamos y guardamos en el frigorífico hasta el momento de servir.