Viendo la invasión de los dulces anglosajones en nuestra cultura y ante el miedo de que se pierdan nuestras tradiciones, un grupo de amigas han decidido hacer esta primera iniciativa para promocionar el dulce típico español: #diadeldulcetipicalspanish.
Yo me he decidido por un dulce típico del día de los santos, aprovechando que estamos en esas fechas.
Los huesos de santo son unos dulces elaborados con mazapán, originalmente rellenos de dulce de yemas. Su historia se remonta del S. XVII, aunque el empleo del mazapán es de la época andalusí. Se elaboran para la conmemoración del día de Todos los Santos y Difuntos coincidiendo con la recogida de la almendra, ingrediente principal, junto con azúcar y en algunos casos patata.
Son típicos de la zona de Castilla y León aunque ya se han difundido por toda la geografía española.
Si queréis ver todas las recetas pinchad aqui .
Ingredientes:
Para el mazapan:
- 150g de almendra molida
- 200g de azúcar
- 100ml de agua
Para la crema de yema:
- 100g de azúcar
- 4 yemas de huevo
- 50ml de agua
- 1 cucharadita de Maizena (harina de maíz refinada) opcional.
Para la glasa:
- 200g de azúcar glas
- 2 cucharadas soperas de agua
Comenzamos haciendo la crema de yemas:
Ponemos el agua y el azúcar en un cazo al fuego y hacemos un almíbar de hebra media. Si tenéis termómetro de cocina debe llegar a 105º.
Batimos la yemas y le vamos añadiendo el almíbar poco a poco mientras batimos, lo llevamos al fuego al baño maría hasta que espese. Tiene que quedar muy espeso, podéis añadirle una cucharadita de maizena diluida en una poquita agua para que espese mas.
La metemos en una manga pastelera y dejamos que se enfríe.
Hacemos el mazapan:
Ponemos en un cazo el agua y el azúcar y hacemos un almíbar de hebra media. Con el termómetro, cuando éste llegue a 100º.
Añadimos la almendra molida y mezclamos bien. Lo ponemos en la encimera previamente espolvoreada con azúcar glas, dejamos que se enfríe.
Cuando esté templado amasamos y formamos una bola, que dejaremos enfriar completamente, tapada con film transparente.
Lo extendemos con el rodillo a un grosor de 3-4 milímetros. Con una brocheta de madera le hacemos las marcas típicas de los huesitos presionando un poquito sobre el mazapan. Eso es opcional, se pueden dejar lisos, de hecho yo hice de los dos.
Cortamos cuadrados de 4x4 cm de lado.
Los enrollamos sobre un palo, rabo de una cuchara de palo... (yo un palillo de los chinos), le pegamos los bordes con cuidado.
Dejamos que se sequen un poco.
Los rellenamos con la crema de yemas.
Hacemos la glasa:
Mezclamos el azúcar con el agua hasta conseguir una crema semi espesa.
Los bañamos en la glasa.
Los dejamos sobre unas parrillas para que se sequen unas horas.
Son un poco entretenidos, pero compensa el trabajo, están ¡¡DELICIOSOS!!
Nada que ver con los comprados. Incluso a mi hija que no le gusta el mazapán le han encantado.
Hoy la entrada ha sido muy larga, espero no haberos aburrido...la ocasión lo merecía, ¿no os parece?.