Os dejo el enlace del tomate casero, es muy sencillo y fácil de hacer y no tiene nada que ver si lo hacemos con tomate industrial.
Cuando he atado los huevos los he puesto sobre un plato para no tener que correr a último momento.
Ingredientes
1 Huevo (por persona)
Guisantes frescos
1 kilo deTomates (para el tomate frito casero)
Patatas para freír
Jamón serrano ibérico (en tacos)
Sal
Aceite de Oliva virgen (para freír las patatas)
2 gotas de Aceite de Oliva virgen extra (para los huevos poché)
1 Espárrago blanco en conserva o triguero por persona
Preparación
Lo primero es hacer el tomate frito, es muy fácil, os he dejado el enlace en la parte de arriba.
Pelar y sacar de las vainas los guisantes y cocerlos en agua caliente unos 4 minutos, no más pues quedarían muy blandos y una de las gracias que además tiene este plato es que los guisantes contrastan con el resto. Os he dejado la imagen para que veáis como los he cocido, sobre un colador, es más fácil. Se quita el agua y se reservan.
Pelar las patatas y cortarlas en trozos cuadrados medianos. Se fríen en aceite de oliva no demasiado caliente, al estar cortadas medianas es mejor dejarlas que se confiten dentro del aceite para que se vayan ablandando. Después subir el fuego para que terminen de dorarse y queden crujientes.
Emplatado
En un recipiente algo hondo, ponemos las patatas fritas, dos o tres cucharadas soperas de tomate frito, añadimos los guisantes naturales y los trozos de jamón ibérico a taquitos y si queremos podemos ponerle un espárrago blanco o uno o dos espárragos trigueros cortado en tres trozos.
Finalmente el huevo, si os quedase mal, repetid. No lo deis por bueno.
Momento huevo poché... o huevo escalfado
Es fundamental que nos quede bien, pues es la gracia de este plato. Al servirlo, la yema debe estar cruda para que al cortar se mezcle con todo y que desde la parte superior caiga e impregne todo el resto del plato.
Se puede hacer a la manera tradicional; pero creo que tiene una desventaja, que es el vinagre en el agua, vinagre que no hay más remedio que ponerlo para ayudar a la coagulación del huevo. A veces queda un ligero sabor ácido. Es más arriesgado hacerlo así. Desde hace ya bastantes años se hace con papel film que es menos arriesgado y sale siempre perfecto.
En un recipiente o vaso pequeño y bajo, se coloca un papel film haciendo un poco de presión con los dedos para hacer el hueco donde irá el huevo. Ponemos 3 gotas de aceite de oliva virgen extra. Echamos el huevo y ponemos sal por encima de la yema.
Cerramos este film levantándolo con los dedos hasta tenerlo arriba, (pero sin sacarlo todavía del recipiente) y poderlo cerrar con un hilo o un cierre, de esos que se usan para cerrar el pan de molde (ese es el que yo he utilizado).
En un recipiente pequeño ponemos agua y cuando rompa a hervir ponemos con cuidado los huevos dentro y dejamos que floten. Ahora viene lo fundamental, el tiempo.
Se deben dejar exactamente cuatro minutos y medio. Con cuatro la clara no queda hecha del todo, aunque luego no se nota al mezclarse con el tomate, las patatas y demás ingredientes.
Lo ideal son 4,30 minutos exactos. Yo me pongo la alarma en el teléfono, por si acaso.
Se sacan con una espumadera uno a uno y se van poniendo en un plato grande. El aceite se usa para que el papel film no se pegue al huevo, por eso es importante no olvidarlo.
Se corta la parte superior con una tijera y se deja que resbale el huevo al cuenco donde ya tenemos todo emplatado.
Listo, tenéis que animaros, están muy buenos, merece la pena de verdad el esfuerzo.
Sed felices y probad hacer cosas sana y ricas.
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