¡Hola hermosa comunidad de Paulina Cocina! Hoy les queremos proponer un desayuno distinto, para los que se animan, arrancar el día con unos “huevos divorciados”. No estamos haciendo chistes sobre su situación marital, ni nada por el estilo, estos huevos, tradicionales en México, son una forma muy ocurrente de servir los huevos fritos. Dos huevos fritos, salsa roja y salsa verde. Polos opuestos que se atraen y se mezclan en tu boca.
En esta nota les vamos a contar todo sobre esta receta súper fácil, las combinaciones posibles, algo sobre su origen y el por qué de su nombre. Además les dejamos las indicaciones para preparar la salsa roja y la salsa verde y, como siempre, una receta paso a paso para hacer los huevos divorciados en casa y arrancar el día con mucho color y sabor.
Sobre los huevos divorciados
¿Qué son los huevos divorciados?
Los huevos divorciados son un plato mexicano típico que consiste en dos huevos fritos, también llamados “estrellados”, cubiertos con dos salsas diferentes: una salsa roja y una salsa verde. En México es un plato muy popular que se acostumbra disfrutar en el desayuno.La salsa roja y verde representan a una pareja “divorciada”, que ya no está junta, de ahí su nombre. Cada huevo se coloca en un lado del plato, usualmente separados por un montículo de porotos (frijoles) refritos o arroz. Esta presentación simboliza la separación de la pareja y crea una apariencia visualmente llamativa y divertida en el plato.
Los huevos divorciados son un plato emblemático de la cocina mexicana que combina sabores intensos y contrastantes. Su presentación visualmente llamativa y su simbolismo de la separación de una pareja lo convierten en una opción interesante y muy deliciosa.
¿Cómo son los huevos divorciados mexicanos?
Los huevos divorciados son una explosión de sabores y colores. Cada huevo se hace frito, con la yema ligeramente líquida, lo que permite que se mezcle con las salsas al momento de comerlo.La salsa roja está hecha a base de tomate, cebolla y chile mientras que la salsa verde se elabora con tomatillos (especie de tomate pequeño de color verde, con sabor ácido y dulce), chile y cilantro. La salsa roja aporta un sabor picante y ahumado, mientras que la salsa verde ofrece frescura y un toque ácido.
¿Por qué se llaman huevos divorciados?
El nombre es una metáfora que representa la separación de una pareja. Al colocar los huevos separados en el plato, cada uno cubierto con una salsa diferente, se simboliza la ruptura de esa unión. Esta denominación divertida y creativa le da un toque especial al plato y ha contribuido a su popularidad en la gastronomía mexicana.Aunque no existe una historia exacta sobre el origen de los huevos divorciados, se cree que son una derivación de los huevos rancheros, que son similares, pero se preparan sobre una tortilla y sólo con salsa roja.
También se cree que estos huevos fueron creados por trabajadores que buscaban alternativas para un desayuno cargado de energía que les permitiera encarar sus extensas jornadas laborales.
Huevos rancheros divorciados: un matrimonio que funciona
Los huevos rancheros y los huevos divorciados son dos platos que comparten ciertas similitudes pero también tienen diferencias distintivas. Ambos platos tienen como base los huevos fritos y son muy populares en la cocina mexicana.Los huevos rancheros son huevos fritos que se sirven sobre tortillas de maíz y se cubren con salsa de tomate picante. Además, suelen acompañarse con porotos (frijoles)refritos, queso, palta y crema. Es un desayuno tradicional y abundante, muy habitual en México.
Por otro lado, los huevos divorciados son también huevos fritos, pero se diferencian por estar cubiertos, como dijimos antes, por dos salsas diferentes: una salsa roja y una salsa verde y cada huevo se coloca en un lado del plato. Claro que se pueden combinar elementos de ambos platos y crear los llamados “huevos rancheros divorciados”. Esta variante fusiona los conceptos de los huevos rancheros y los huevos divorciados para obtener una combinación súper rica.
Cómo preparar los huevos rancheros divorciados
Para preparar los huevos rancheros divorciados, simplemente se sigue la receta de huevos divorciados y se colocan en un plato dos tortillas de maíz, previamente calentadas, y por encima los huevos estrellados o fritos, cubiertos, uno con salsa roja y otro con salsa verde.Cómo se preparan la salsas de los huevos divorciados
Para la salsa roja
Cortar 3 tomates en cuartos y colocar sobre una sartén apenas aceitada, junto con ¼ de cebolla y 1 diente de ajo. Se le puede agregar chile, para darle un toque picante.
Cocinar hasta que los ingredientes estén dorados. Retirar y dejar enfriar. Luego licuar o procesar, agregando agua si es necesario y salpimentar a gusto. Tiene que quedar con una consistencia suave y homogénea.
Para la salsa verde
Pelar 4 tomatillos verdes y lavarlos. Colocarlos en una olla pequeña con ¼ de cebolla, 1 diente de ajo y, opcional, 1 chile serrano.
ubrir con agua, llevar a ebullición y cocinar a fuego medio por 10 minutos hasta que los tomatillos estén suaves. Retirar del agua y dejar enfriar. Luego licuar o procesar todos los ingredientes. Agregar cilantro picado y salpimentar a gusto.
Huevos divorciados con Chilaquiles
Una variante popular de los huevos divorciados es servirlos sobre una cama de chilaquiles, otro plato mexicano icónico. Los chilaquiles son tortillas de maíz fritas (como los totopos o nachos mexicanos) y cortadas en triángulos, cocinadas en salsa roja o verde.Al combinar los huevos divorciados con chilaquiles, se crea una explosión de sabores y texturas aún más intensa. Los chilaquiles aportan una base crujiente que contrasta perfectamente con la suavidad de los huevos y las salsas.
Receta de huevos divorciados
Rinde: 2 porciones
Tiempo de preparación: 20 minutos
Ingredientes
4 huevos
Salsa roja (ver más arriba)
Salsa verde (ver más arriba)
Aceite vegetal
Frijoles refritos o arroz (opcional)
Cómo hacer huevos divorciados paso a paso
Preparar las salsas roja y verde siguiendo las recetas explicadas más arriba.
En una sartén con un poco de aceite, cocinar los huevos fritos o estrellados a gusto.
Colocar dos huevos en cada plato. Se pueden separar por un montículo de porotos (frijoles) refritos o arroz, o servir ese acompañamiento aparte.
Verter la salsa roja sobre uno de los huevos y la salsa verde sobre el otro. Servir calientes y ¡a disfrutar!