ÚItimamente estoy descubriendo las maravillas de la cocina vegana en cuanto a patés y purés se refiere.
De verdad, la imaginación que le echan a la hora de crear cremas y purés untables en tostaditas me deja alucinada. He probado de remolacha, de olivas, de queso vegano (que supongo que lo harán con algún fruto seco, no se), de setas shiitake con no se que… bueno, no soy capaz de recordarlos todos.
Una cosa sí tengo clara y es que, al menos de aquellos que recuerdo el sabor, intentaré reproducirlos en casa, a ver si se parecen en algo o descubro algo interesante.
Otro tema es que este tipo de cocina me parece muy inspiradora. Quizá sea por la comparación que hago de ella con las recetas de carne. Ahora viene cuando llega una lluvia de unfollows de amantes de la carne pero me da la sensación que las recetas basadas en carnes no requieren tanta creatividad para parecer gustosas. Un poco como el chico guapísimo, que no necesita ser simpático ni amable para llevarse a muchas de calle, y luego el no tan guapo pero que se lo trabaja mucho más (spoiler: al final suele ganar el amable).
Pues a mi me parece un poco lo mismo. Sí, veo ese trozo de carne (ahora hablo de carne masticable, no de hombres, no me seáis feminazis ) en la barbacoa y me puede parecer apetitosa, pero en el fondo, lo que me hace enciende los sentidos es el puré vegano de mil ingredientes que, por la descripción me deja un poco “bleh” pero lo pruebo y me saltan los lagrimones. Será el efecto sorpresa.
Con todo este contexto de purés veganos, cachos de carne asada, tostaditas untadas con cosas y un pimiento rojo que esperaba a ser comido, os podéis imaginar un poco lo que pasaba por mi mente justo antes de preparar esta receta. Sí, exacto: ¡que hacía mucho calor este verano! Eso es lo que pasa por mi cabeza en todo momento desde Mayo hasta Septiembre, y después de eso, que tenía que cocinar un delicioso hummus de pimiento para comerlo con las crackers de semillas que siempre salen de vicio.
Para preparar las galletas crackers de semillas, podéis utilizar la receta de crackers con semillas de amapola y de sésamo o la de galletas de cacahuetes, kikos y comino.
Si queréis hacerlas con otro tipo de semillas, se pueden simplemente sustituir unas por otras en la misma proporción. Yo esta vez hice las de semillas de amapola y sésamo pero cambiando las semillas de amapola por lino. La verdad es que son tan versátiles que todas las variantes que he probado quedan estupendas.
Hummus de pimiento rojo
1 pimiento rojo grande
200 grs. de garbanzos cocidos
zumo de medio limón
2 cdas. de Tahín
sal y pimienta al gusto
Untamos el pimiento en aceite y lo asamos en el horno durante 40 minutos a 200ºC, hasta que la piel quede tostada y se desprenda de la pulpa.
Pelamos el pimiento y le quitamos completamente las pepitas. Mucho ojo con tratar de hacerlo justo salido del horno porque quema que no veas, me han contado
En un vaso de triturar juntamos la pulpa del pimiento, los garbanzos, el zumo de limón, dos cucharadas de Tahín y salpimentamos. Lo trituramos todo hasta que quede una textura puré muy fina. Serán varios minutos pero vale la pena no encontrar tropezones.
En caso que queramos el hummus más líquido, podríamos aligerarlo con un poco de caldo vegetal o con el agua de cocción de los garbanzos. Con las proporciones que he puesto arriba, queda esa misma textura de la foto, yo no añadí más líquido, pero como lo de “pimiento grande” no es muy preciso, por si quedara demasiado denso, esa sería una buena solución.
Como diría el Comidista: ¡si me queréis, animarse a probar esta receta!
¡Hasta pronto!