Vuelvo a estar por aquí en el Juego de Blogueros. Por los pelos, pero lo conseguí.
Este mes salió como ingrediente ganador una hortaliza que debería haber despertado mi orgullo patrio.
Por cierto, permitidme que haga un paréntesis. Que no estaba segura si la cebolla es hortaliza o verdura, lo he buscado y en el primer sitio que he abierto de la búsqueda, patapam, un error de la página donde faltaba una función. Ale, saca una captura, envíala por DM por Twitter a los responsables de la página… si es que pobres testers, que no nos dejan descansar ni en domingo.
La cebolla es una hortaliza. Esa es la conclusión. Y además es, al menos para mi, poco inspiradora como elemento predominante de un plato.
Se me ocurrió hacer una coca con algo más pero el riesgo de hacer un calco del Hojaldre de puerros con queso de cabra pero cambiando puerros por cebolla estaba ahí agazapado al acecho.
La idea de hacer una sopa de cebolla, aunque me encanta, me pareció un poco “meh” para el blog.
Al final no se cómo, pensé en el atún encebollado. Y digo que no se cómo porque realmente no tenía ni idea de hacerlo. Jamás de los jamases lo había preparado, comido ni olido de lejos… pero me vino el nombre a la cabeza y oye, ¿por qué no?
Así que de esta manera me metí yo en Google, busqué “atún encebollado” y me dejé culturizar. Algunos puntos en común en casi todas las que vi:
La receta tiene que llevar atún. Importante, porque si no, sería “cosa encebollada” y no, hoy no cocinamos cosa, hoy cocinamos atún
La receta tiene que llevar cebolla. Importante porque si no sería “atún con cosas” y no, hoy no cocinamos atún con cosas sino atún encebollado
La receta tiene que llevar pimentón, vino, orégano, laurel y ajo. Aaaah… eso no era tan evidente, ¿eh?
Luego he visto alguna con perejil (la de Arguiñano, obvio) pero básicamente los ingredientes son comunes. Si tenéis ganas de variarlos, yo no sé cuánto se enfadarán los gaditanos (la receta es típica de Cádiz) por dar rienda suelta a la creatividad pero mi sentido común os sugiere no ponerle piña (o la convertiríais en típica del Cádiz tropical jeje), ni chorizo por aquello de hacerla “typical spanish”.
Atún encebollado
Para 2 raciones:200 grs. de atún fresco cortado a dados
1 cebolla y media
2 dientes de ajo
4 cdas. de aceite
2 hojas de laurel
1 cdta. de pimentón dulce
1/2 cdta. de oregano seco
1 cda. de vinagre de jerez
200 ml. de vino blanco
2 cdas. de concentrado de pescado*
sal y pimienta
Vamos a empezar por ese asterisco del último ingrediente:
2 cucharadas de concentrado de pescado, ¿eso qué es?
Primera opción: Hervimos caldo de pescado y lo dejamos reducir mucho mucho mucho (mucho), hasta que quede con una textura que empiece a espesar, y, de este concentrado utilizaremos 2 cucharadas.
Segunda opción: Media pastilla de caldo de pescado.
Oigo gritos en la lejanía de “¡¡hereje!! ¡¿Qué ha dicho?! ¡¡Que la quemen!!” Bueno, pues sí, aquel que no vaya siempre a base de caldos caserísimos hechos durante horas con ingredientes de primerísima calidad, de proximidad, de su propio huerto, de sus pescados capturados con su propio arpón… que tire la primera pastilla (al guiso).
Calentamos el aceite en la cazuela donde vayamos a preparar el guiso. Con el aceite muy caliente sellamos el atún salpimentado y lo retiramos del aceite
Pelamos las cebollas y los ajos. Cortamos las cebollas en cuadrados y los ajos en láminas finas. Lo rehogamos en la misma cazuela, con el aceite que ha dejado el pescado. Fuego medio durante unos 20 minutos, que quede la cebolla muy tierna.
Añadimos el pimentón, el orégano, el laurel, el vinagre, el vino y el concentrado de pescado.
Incorporamos el atún y lo dejamos hasta que reduzca bastante el caldo
Yo he dejado bastante caldito, os digo la verdad, porque lo he probado mientras se cocía y me he dicho a mi misma “ese caldo no se evapora, ahí voy a mojar yo bien de pan :)” pero siendo puristas debería reducir algo más. Si sois enfermos del pan como yo, dejadlo igual y disfrutad, que son dos días.
En el juego de blogueros siempre intento que el ingrediente ganador sea protagonista claro de la receta. En este caso podría parecer que lo es el atún, pero no os dejéis engañar, con la cantidad de cebolla que lleva este plato, no hay duda de que es la reina
Pero no sufráis, que bien cocida no tiene por qué dejar olorcillos ni nada que se le parezca.
Y como ardo en deseos de saber en qué más puedo gastar ese kilo y medio de cebollas que me queda (como no tenía ni idea de qué preparar, cargué bien, no fuera el caso que no tuviera suficiente) vamos corriendo a ver las recetas de los compañeros:
Elvira – Así se come en Granada
Mónica – Dulcedelimon
Inma – Entre 3 fogones
Maribel – Picoteando ideas
Maryjose – Tapitas y postres
Silvia A – Una pizca de na
¡Hasta pronto!