Lo que se conoce como hummus es una pasta de garbanzos muy generalizada en la cocina de Oriente Medio que suele llevar como aderezo más frecuente la pasta de tahini, zumo de limón, ajo y aceite de oliva. Su nombre original es ḥummuṣ bi ṭaḥīna, pero internacionalmente se ha extendido su nombre como hummus, que en árabe quiere decir garbanzos. La salsa tahini qué se emplea cuando preparamos hummus es una especie de crema elaborada con semillas de sésamo molido.
Podéis ajustar las cantidades de las especias, el tahini, de ajo o de zumo de limón adaptándolas a vuestro gusto. El resultado es una especie de crema de garbanzos de lo más sabrosa que es ideal para dipear.
Ingredientes
1 bote de garbanzos cocidos 400 g
1 diente de ajo
2 cucharadas de tahini
1 cucharadita rasa de comino molino
El zumo de 1 limón
1 cucharada de pimentón dulce
1/2 cucharadita de sal
100 ml de agua
Un hilillo de aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Exprimimos el limón.
Ponemos los garbanzos de bote en un colador grande bajo en chorro de agua del grifo y los escurrimos bien.
Los ponemos en el vaso de la batidora junto con el ajo, el tahini, el comino, la sal, el zumo de limón y la mitad del agua. Batimos bien mientras vamos echando el resto del agua hasta obtener una mezcla homogénea. Si nos parece que está excesivamente denso, añadimos un par de cucharadas más de agua. Probamos el punto de sal por si fuese preciso añadir una pizca más.
Servimos el hummus en un cuenco y con una cuchara hacemos unos círculos alrededor del cuenco, dejando de este modo pequeños surcos. También es frecuente hacer un hueco en el centro.
Espolvoreamos la cucharada de pimentón y lo aderezamos con un hilillo de aceite de oliva virgen. Si lo deseamos podemos añadir una pizca más de comino preferiblemente recién molido.
Podemos acompañar el hummus con un pan de pita recién tostado, untado sobre unas tostas o bien con unas crudités (bastoncitos de verduras frescas). Servimos y a disfrutar.
** El hummus casero puede conservarse unos 2 días en el frigorífico.