La mayoría de los platos de la cocina marroquí suelen llevar verduras y carne de ternera o cordero (el cerdo, eso así, no lo veréis por ninguna parte). Todos estos platos siempre están condimentados con una singular mezcla de especias, que dan un toque y un sabor muy personal. Aunque no piquen, pueden llegar a cansar y dañar a los estómagos más delicados. Así que mejor no abusar de ellas.
Tayín
Es uno de los platos más típicos de este país. Se sirve en una cazuela muy caliente y lleva muchos ingredientes: pollo, pescado, ternera, verduras, y se suelen añadir uvas, dátiles, aceitunas, ciruelas o higos. Entre las especias para este plato destacamos el perejil, el ajo, el cilantro y también canela, nuez moscada, jengibre o comino. Es común utilizar una mezcla de todas estas especias (un total de 30). Encontrarlas en todas las tiendas de los zocos marroquíes es algo corriente, pero también podemos buscar en tiendas especializadas de nuestro país.
Lo que le da el nombre al plato es el recipiente: una olla de barro, con tapa cónica. Si no tenemos esta olla, lo podemos cocinar en cualquier cazuela de nuestro menaje casero. Para preparar el plato, en primer lugar, rehogamos la carne con las especias y le añadimos la cebolla picada con un poco de aceite. Posteriormente, se agregan las verduras que hayamos decidido poner e incorporamos agua o caldo que cubra bien toda la mezcla. Lo ponemos a fuego lento y, cuando veamos que las verduras están bien cocidas, ya tenemos el plato listo para servir.
Cuscús y Pastela
¿Quién no ha oído hablar del famoso cuscús? Este plato está muy extendido alrededor del mundo y lo podemos encontrar en la mayoría de tiendas de alimentación y supermercados. Se puede preparar de muchas formas, aunque la tradicional en Marruecos es la que introduce la sémola de trigo cocida al vapor y con verduras guisadas (calabacín, zanahorias, cebolla...). Lo puedes acompañar con trozos de carne para hacerlo más sabroso.
Por otra parte, el ingrediente principal de la Pastela es el pichón, aunque también lo podemos elaborar con pollo u otra carne. Ésta se adereza con mantequilla, huevos, harina, azúcar y algunas especias, y se recubre con una pasta de hojaldre. El contraste del sabor dulce y salado a la vez es lo que llama más la atención de este interesante plato.
Ensaladas, pescados y mariscos
Las refrescantes ensaladas también son comunes en Marruecos, debido al clima caluroso, sobre todo, durante épocas estivales. La más típica lleva tomate, cebolla, aceitunas, remolacha y, como no, también especias. Muchas ensaladas van acompañadas de carne de ternera o pollo, en pequeños trozos.
En este país hay una gran cantidad de pescados y es que, como hemos dicho anteriormente, hay muchos alimentos similares a la gastronomía española. Sardinas, pescadillas o lenguados son algunos ejemplos. Todos ellos nos sirven para ponerlos también en los platos de cuscús o en los famosos tayín.
Dulces y el tradicional té
Las delicias de la repostería marroquí son fabulosas. Pero están preparadas con demasiado dulce y pueden llegar a ser algo cargantes. Para hacer un típico postre marroquí es vital hacer una masa de harina con diferentes cenefas o figuras y añadir pasta de pistacho, almendra, mucho azúcar, miel y canela. Con dos de estas pastas tenemos suficiente porque tienen muchas calorías y nos saciarán en un momento.
La preparación del té es todo un ritual que podemos incorporar a nuestra particular comida o cena marroquí, antes o después de comer. El té a la menta es el más popular y se sirve en una tetera de plata directamente a unos vasitos de colores. Son importantes estos datos porque el menaje a utilizar ha de ser también el adecuado para que todo sea mucho más auténtico.
Sorprende a tus invitados en casa preparando una comida al más puro estilo marroquí, ya que es bastante fácil de realizar y no te creará demasiados problemas.
Recetas:
Couscous paso a paso
Tajine de pollo al limón
Pastela marroquí
Pastel marroquí de pollo y almendras
Ensalada marroquí de berenjenas
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado: