Primavera, lo sabemos, viene de prima que significa primer y vera que significa, verdor. Así, se impregna la tierra de verduras y legumbres… y hasta de un enamoramiento humano que acerca más a las personas, infundiéndoles un espíritu festivo y juvenil.
Por eso, también la consideramos una época propicia para acercarse a la mesa y rendir homenajes al paladar, a través de frutas como: el albaricoque, la cereza, ciruela, coco, dátil seco, frambuesa, fresa, higo, limón, manzana, naranja, níspero, nuez, pera, piña, plátano, toronjas y uvas.
Y que decir de los vegetales que hacen su triunfal aparición: acelgas, aguacate, ajo, alcachofa, apio, berenjena, calabacitas, cebolla, cebolleta, coles de Bruselas, coliflor, champiñón, espárrago, espinacas, chicharos, habas, ejotes, lechuga, papas, pepino, pimiento verde, puerro, betabel, tomate y zanahoria.
Alimentos todos, que siempre nos ofrecen un mejor aporte nutricional, especialmente cuando se cultivan en las condiciones climáticas adecuadas y mantienen intactas sus propiedades.
Si nos atenemos al “recetario primaveral”, nos convertimos en aliados de la naturaleza y la ecología, así como el desarrollo económico, al alentar la producción agrícola local.
De igual forma, se trata de productos que de consumirse a lo largo de la temporada, nos generan ahorros importantes debido a que durante dicho período del año, la disponibilidad es mayor, por lo que al aumentar la oferta, el precio disminuye.
A la vez, estaremos contribuyendo al mejoramiento del medio ambiente, pues de no ser así los comerciantes se verían obligados a congelarlos y consumir más energía eléctrica.
Queda claro entonces que si nos atenemos al “recetario primaveral”, nos convertimos en aliados de la naturaleza y la ecología, así como el desarrollo económico, al alentar la producción agrícola local. Y sin fertilizantes tóxicos y caros.
Como ven queridos lectores, existen muchos beneficios que nos aporta el consumo de frutas y verduras de la época primaveral, en términos de nutrición, bienestar para la familia, salud y de nuestro hábitat. Pero también, si nos remitimos a la cultura que se ha generado, por este motivo ejemplo en la literatura o las artes plásticas, nos llenamos de gozo. Bien decía el gran poeta Octavio Paz que: “la Primavera es pulida claridad de piedra diáfana… se ha parado la luz entre los árboles, ejército dormido. Los despierta el viento con banderas de follaje… El día abre los ojos y penetra en una primavera anticipada. Todo lo que mis manos tocan, vuela. Esta lleno de pájaros el mundo”, e igual disfrutar las pinturas de Cezànne, con sus manzanas y frutas diversas o bien sus jardines frondosos, además de muchos otros artistas que incluyen el tema de la primavera.
Así que la primavera siempre será bienvenida, con todos sus efectos benéficos… sobre todo cuando la saboreamos en la buena mesa.
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