Siempre me han gustado las albóndigas que hace mi suegra (o "mandonguilles","mandonguillas"... como decimos en casa), pero nunca las había hecho, porque mi suegra no suele dar sus recetas. Pero hace un tiempo fui a la carnicería y pedí entre otras cosas, medio kilo de carne para hacer una receta. Cuando pagué, me pareció un poco más caro de lo normal, pero no le di mucha importancia.
Al llegar a casa y comenzar a sacar toda la carne, me di cuenta de que había muchísima más cantidad de carne picada que la que había pedido. 800 gramos más, para ser exactos. No sé qué debió de escuchar el carnicero, pero en lugar de medio kilo, tenía 1 kilo y 300 gramos de carne picada.
¿Y qué podía hacer yo con 800 gramos más de carne picada? ¡Pues unas albóndigas, que a mis hijos les encantan! El problema era que tenía que pedirle la receta a mi suegra... y no suele soltar prenda. Al final, la tuve que llamar 4 veces para que me diese la receta más o menos completa. La primera vez me la dio, pero no me dijo algunos ingredientes. Volví a llamarla para preguntarle si no se le ponían esos ingredientes. Me dijo que sí. Insistí a ver si faltaba alguno más. Me dijo que no. La tercera vez, llamé para saber, entre otras cosas, cuántas cucharadas de tomate tenía que poner, y otras cantidades varias.... y la cuarta, para otros detallitos... jajaja.
En fin, que después de darme la receta por fascículos me puse a hacerla, a modo de experimento, ya que algunas cantidades no me las dio, ya que lo hacía a ojo. Me fui apuntando las cantidades, por si salía bien, poderla publicar en el blog, y si salía mal, modificar algunas cantidades... Pero no me hizo falta modificar cantidades. ¡Salieron unas albóndigas iguales a las que hace ella!
Y aquí las tenéis. Os las recomiendo. Están deliciosas. Os las podéis comer solas o acompañadas de arroz hervido, o patatas fritas, o lo que más os guste. Os aseguro que no sobrará ni una. Y si sobra (yo ahora siempre hago de más, porque nos encantan), siempre las podéis congelar. Congelan muy bien.
Una última cosa. Mi hijo es celíaco y muchas veces las hago sin gluten. Para los intolerantes al gluten, estas albóndigas se pueden hacer perfectamente con harina sin gluten (yo uso la de la marca Schär) y pan rallado sin gluten. ¡O sea, que los celíacos no tenéis excusa para hacerlas! jajaja.
Ingredientes para 6 personas:
800 gramos de carne picada (mitad cerdo, mitad ternera)
1 ajo grande
1 cucharadita de café de sal
1 cucharadita de postre de perejil
1 huevo
30 g. de pan rallado (Si sois celíacos, pan sin gluten. Proceli o Beiker )
3 cucharadas de postre de harina (si sois celíacos, harina sin gluten. Yo uso Schär)
Aceite para freír las albóndigas
120 g. de cebolla
5 cucharadas soperas de tomate natural triturado
1 cucharadita de café de azúcar
40 g. de tomate frito
150 g. de zanahorias baby (yo las compro congeladas)
150 g. de guisantes congelados
2 vasos de agua (o hasta cubrir las albóndigas)
Sal para la salsa
Preparación
Primero de todo, ponemos en un recipiente los 800 gramos de carne picada.
Pelamos y picamos el ajo y lo añadimos.
Añadimos también la cucharadita de café de sal.
Ponemos la cucharadita de postre de perejil.
Partimos el huevo y lo añadimos.
Ponemos también los 30 gramos de pan rallado.
A continuación, lo mezclamos todo. Si vemos que la mezcla está demasiado líquida, añadimos un poquito más de pan rallado. A mi no me hace falta.
Vamos cogiendo un poquito de carne y haciendo bolas de unos 3,5 cms. Las ponemos en un plato.
Seguidamente, cogemos una taza y le añadimos una cucharada de harina. Es la forma más fácil de rebozar las albóndigas. De esta forma no se malgasta harina y las albóndigas cogen sólo la cantidad justa que se necesita.
Ponemos una albóndiga en el centro de la taza con la harina.
Vamos moviendo la taza de forma circular. De esta manera, la albóndiga se va rebozando.
Si veis que la harina se apelmaza, removedla con una cuchara. Cuando veáis que os falta harina, poned otra cucharada. Rebozamos todas las albóndigas.
A continuación ponemos abundante aceite en una sartén pequeña. Es mejor hacerlo en una sartén pequeña, y freír las albóndigas en pequeñas cantidades. De esta forma no desperdiciamos aceite, ya que si ponemos una sartén grande, la cantidad de aceite que necesitaremos será superior. Una vez esté caliente el aceite, freímos las albóndigas.
No tenemos que freírlas mucho tiempo. Sólo lo suficiente para que no se deshagan al removerlas.
Poner las albóndigas fritas en un plato y repetir la operación para todas las albóndigas rebozadas.
A continuación, colamos parte del aceite que hemos usado para freír las albóndigas. Hemos de colar el aceite necesario para sofreír la cebolla. No uséis todo el aceite porque si no, os quedarán demasiado aceitosas. Lo ponemos en una cazuela lo suficientemente grande para que quepan todos los ingredientes.
A continuación picamos los 120 gramos de cebolla. Aquí tenéis la cebolla partida en trozos en la picadora.
Picamos la cebolla muy fina, que no se noten los trozos.
Calentamos el aceite que hemos colado y puesto en la cazuela. Una vez caliente, ponemos la cebolla
Una vez se haya dorado la cebolla, añadimos las cinco cucharadas soperas de tomate natural triturado.
Añadimos la cucharadita de café de azúcar.
Removemos y hacemos el sofrito. Cuando ya esté casi hecho, añadimos los 40 gramos de tomate frito y removemos unos minutos.
A continuación, añadimos los 150 gramos de zanahorias baby.
Ponemos también los 150 gramos de guisantes.
Añadimos las albóndigas.
Ponemos dos vasos de agua, o la cantidad de agua necesaria hasta cubrir. Añadimos también sal al gusto.
Removemos para que se mezcle todo y tapamos la cazuela. Dejamos hervir unos 25 minutos, removiendo de tanto en tanto para que no se pegue. Una vez hayan pasado los 25 minutos hirviendo, quitamos la tapa, rectificamos de sal si es necesario y dejamos hervir removiendo de tanto en tanto hasta que la salsa haya espesado. Tened cuidado de que no se os pegue.
¡Y ya tenemos listas las albóndigas! Servidlas inmediatamente. Podéis acompañarlas con arroz, con patatas fritas, podéis comerlas sin guarnición... ¡Están deliciosas de cualquier forma!
¡Espero que os haya gustado la receta! Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, en Twitter, o en Instagram.