A la hora de consumir pescado, es importante saber las diferentes formas de cocinarlo que existen. Porque hay unas que resultan muchísimo más saludables y beneficiosas que otras, al permitir aprovechar mejor los nutrientes de este alimento.
Cómo cocinar el pescado
Al vapor: es una de las maneras más recurridas a la hora de cocinar este tipo de alimento ya que ofrece varias ventajas. Por un lado, no se seca la carne, de modo que queda un plato muy jugoso. Y, por otro lado, no añade ningún tipo de grasa. Además, es un modo de cocinar muy rápido y sencillo.
Asado: los aceites naturales del pescado evitan que se seque, de forma que asado también queda muy rico. Algunas de las mejores especies para degustar son la lubina, el atún y la caballa. Para cocinar el pescado directamente sobre la parrilla, sólo hay que pincelar el filete con aceite de oliva para que no se pegue.
Horneado: el pescado al horno es una opción estupenda para disfrutar de un plato saludable y lleno de sabor. Sólo hay que sazonar el pescado con hierbas y/o especias, así como con rodajas de limón, y colocar en una bandeja para hornear. El resultado es fantástico; un alimento muy jugoso, con un sabor intenso y muy sano.
Frito: se trata del modo menos saludable de todos ya que aporta grasas extra al pescado. Se trata de rebozar la pieza y freírla a fuego medio en la sartén; para eliminar el extra de aceite, conviene secar con un poco de papel de cocina.
Estas son las diferentes formas que existen para cocinar el pescado. Cuál de ellas escoger depende los gustos y preferencias de cada uno, así como de lo más o menos jugoso que desea que quede el plato.