Ingredientes:
Bizcocho:
140 g yemas
130 g azúcar normal
260 g claras de huevo
1 pizca de sal
130 g azúcar glas
190 g miel
60 g mantequilla
40 g leche
Ralladura de 1 limón
190 g harina
80 g maicena
7 g levadura química (tipo Royal)
Relleno:
400 g crema agria* bien fría
400 g nata (crema de leche) líquida (de la de montar) bien fría
50 g azúcar glas
1 cucharada pasta de fresas Homechef
350 g fresas
* Si no puedes comprarla, puedes hacerla en casa:
375 g de nata (crema de leche) líquida
15 cucharadas de zumo de limón recién exprimido
3 cucharadas de vinagre blanco
15 pizca de sal fina
Calentar la nata (crema de leche) suavemente hasta unos 80 grados. Quitar del fuego y añadir el zumo de limón, el vinagre y la sal fina. Remover despacio hasta que se observe un cambio en la textura de la nata (crema de leche). Enfriar a temperatura ambiente para no coagular los huevos o derretir la mantequilla.
Almíbar:
200 g agua
200 g azúcar
35 g licor de fresa (puedes sustituirlo por media cucharadita de pasta de fresas)
Cobertura:
200 g mantequilla a temperatura ambiente
480 g queso crema frío
80 g azúcar en polvo
1 cucharada pasta de fresas Homechef
Preparación:
Bizcocho:
Batir con varillas las yemas con los 130 g de azúcar, hasta que blanquee y crezca al menos hasta triplicar su volumen.
Batir con varillas las claras de huevo con la pizca de sal a velocidad progresiva 1-2. Cuando empiece a haber espuma, subir la velocidad a progresivamente a 3. Añadir 1/3 parte de los 130 g de azúcar glas. Cuando se haya incorporado, añadir otra tercera parte del azúcar. Y cuando se haya incorporado, añadir el resto del azúcar. Batir el merengue hasta que forme picos suaves.
En un cazo pequeño calentar la miel con la mantequilla y la leche. Calentar a fuego bajo hasta que esté homogénea, retirar del fuego y añadir la ralladura de limón.
Precalentar el horno a 180ºC.
Mezclar bien la harina con la maicena y la levadura y tamizar dos veces (para que coja aire).
Mezclar con una espátula la mitad del merengue con las yemas con movimientos envolventes. Incorporar los ingredientes secos en dos o tres veces, mezclando cuidadosamente con movimientos envolventes hasta que este homogéneo.
Tomar 4 cucharadas de la masa anterior y añadir a la mezcla de crema y miel. Mezclar con movimientos envolventes hasta que esté homogéneo. Añadir el resto de la masa y mezclar con movimientos envolventes hasta que este homogéneo.
Añadir el merengue restante suavemente con movimientos envolventes.
Distribuir la masa en dos moldes de 20 cm de diámetro y unos 8 cm de altura. Hornear inmediatamente a 180 ° C. Después de 15 minutos, reducir la temperatura a 170 ° C y después de otros 15 minutos, reducir a 160˚C. Hornear hasta que la superficie esté dorada, unos 45 minutos más.
Sacar los bizcochos del horno y ponerlos boca abajo sobre una rejilla. Dejar enfriar por completo y sacar de los moldes. Envolver en papel de film y dejar en la nevera al menos 8-10 horas.
Pasado ese tiempo, sacar de la nevera, quitar el papel de film y cortar cada bizcocho en 3 capas iguales (unos 2 cm de grosor cada una). Utilizar un aro de 18 cm para cortar los bizcochos a esa medida, presionando el aro sobre ellos. De esta forma quitaremos los bordes oscuros.
Crema relleno:
Batir con varillas la crema agria y la nata (crema de leche), añadir el azúcar y la pasta de fresas. Batir de nuevo con varillas hasta que esté bien firme y homogéneo. Divir la crema en 5 cuencos con 240 g cada uno.
Las fresas las pondremos en lámina sobre esta crema cuando montemos la tarta.
Almíbar de fresa:
Poner el agua y el azúcar en un cazo pequeño, calentar (sin remover) y dejar que hiervar hasta que se disuelva el azúcar (unos 30 segundos), retirar del fuego y añadir el licor (o la pasta de fresas).
Cobertura:
Batir con varillas a velocidad media la mantequilla con el azúcar a velocidad alta hasta que la mezcla esté suave y esponjosa (unos 5 minutos).
Añadir el queso crema y batir de nuevo hasta que esté homogéneo.
Añadir la pasta de fresas y batir hasta que esté homogéneo.
Montaje:
Poner un poco de crema de relleno en el centro de un disco acrílico de 19 cm. Poner encima un bizcocho de forma que la base oscura quede hacia abajo y presionar ligeramente.Con un pincel de cocina humedecer el bizcocho con el almíbar. Extender la crema de uno de los 5 cuencos sobre el bizcocho. Poner 1/5 parte de las fresas laminadas aleatoriamente sobre la superficie.
Repetir hasta llegar al último bizcocho, colocándolo de forma que la parte oscura quede hacia arriba.
Envolver el bizcocho con una hoja de acetato y poner luego un aro ajustable que lo presione ligeramente. Poner una base rígida de 18 cm encima y presionar hacia abajo. Dejar en la nevera hasta el día siguiente, para que esté bien estable.
Sacar el pastel de la nevera, retirar el aro y quitar el acetato. Cubrir con una capa fina de la cobertura ("tapamigas") y meter al congelador unos 20 minutos. Sacar del congelador, poner encima disco acrílico de 19 cm y cubrir con el resto de la crema, alisando bien la superficie con un scraper acrílico. Retirar el disco superior y cubrir y alisar la superficie. Meter otros 20 minutos al congelador. Opcional: decorar con fresas y sprinkles.
Trucos / consejos / comentarios:
Podéis ver un pequeño vídeo de esta tarta en .
Compramos un curso ruso online y, además de traducir, adaptamos las recetas y el proceso a nuestro gusto. Me ha parecido súper interesante lo del acetato, el disco ajustable, presionar hacia abajo y dejar reposar toda la noche para que quede bien estable: eso lo hemos mantenido igual.
Se me cortó un poco la cobertura porque quise hacer un experimento. Pero si lo hacéis con las indicaciones que he puesto os quedará bien lisa y cremosa.
La tarta es muy grande así que nos duró varios días. La tuvimos fuera de la nevera y se conservó perfectamente, lo único que se pochó un poco fueron las fresas frescas de la superficie. Está súper jugosa, nos ha encantado. Da algo de trabajo, pero merece la pena para una ocasión especial.
El stand de las fotos es este.
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