Pocos dulces son tan sencillos y tan ricos como la leche frita.
Cada vez que la hago me acuerdo de una tía mia que vivía al lado de mi casa. Siempre que podía iba a verla y raro era el día que no tenía leche frita en el frigo.
Yo creo que este dulce nos gusta a todo el mundo, porque nos recuerda la papilla que nos daban nustras madres hecha con Maicena, leche y azúcar, que es la misma sólo que más espesa y rebozada.
INGREDIENTES:
1l. leche
6 cucharadas azúcar
3cucharadas harina
3 cucharadas maicena
1 ramita canela
1 huevo
harina
aceite girasol
azúcar y canela molida
ELABORACIÓN:
En una cazuela ponemos a la vez la leche fría, el azúcar, la canela y los dos tipos de harina. Entonces encendemos el fuego fuerte y no paramos de remover hasta que la leche espese.
Lo ponemos en una fuente ancha y lo dejamos enfriar por lo menos 1 hora.
Cuando ya esté fría la masa, la cortamos en cuadradines como de 5 cm. de lado. Aunque esto puede variar según sea la fuente; lo importante es que no nos sobre nada.
Preparamos dos platos, uno con harina y otro con huevo batido. Y empezamos a rebozar las piezas, primero en harina y luego en huevo.
Los vamos echando en una sartén con abundante aceite, a fuego fuerte. Y las freímos bien, que queden doradinas, pero sin quemarse. Las sacamos para un plato con papel de cocina, para que absorba el aceite restante y por último, las rebozamos en una mezcla de azúcar y canela (1 parte de canela por 2 de azúcar).
CONSEJOS ÚTILES:
Podemos echar a la leche una ramita de vainilla en vez de la canela o incluso un poco de piel de naranja, le puede dar un sabor distinto y así variamos un poco.
Se puede tomar fría, pero yo aconsejo templarla un poco en el microondas ( unos 15 segundos) y volverla a echar la mezcla de canela y azúcar.