Lo trasgénico
Un caso excepcional
La xeroftalmia es una enfermedad de los ojos caracterizada por sequedad persistente de la conjuntiva y opacidad de la córnea. Conocida como “ceguera seca”, está asociada principalmente a la carencia de vitamina A (β-caroteno) en la dieta.60 g de Arroz Dorado Tipo II (sucesor de la primera variedad de arroz modificado genéticamente, conocido como Arroz Dorado Tipo I y obtenido a partir de la clonación enzimática mediante la planta de narciso y la bacteria Erwinia Uredovora), hasta 23 veces más rico en β-caroteno que su precursor, puede paliar el déficit de vitamina A en los más de 800 millones de personas que siguen una dieta casi exclusiva a base de arroz.
Los investigadores que llevaron a cabo la síntesis, Ingo Potrykus y Peter Beyer liberaron los derechos de propiedad intelectual al público a través del Golden Rice Humanitarian Board E., por lo que se trata de tecnología libre para el desarrollo de una variedad de arroz capaz de cubrir esta carencia nutricional en poblaciones desfavorecidas y evitar la elevada tasa de mortandad infantil asociada (Según datos de UNICEF, el aumento de ingesta de vitamina A en poblaciones con avitaminosis A (VAD) puede reducir la mortalidad infantil por dicha enfermedad en un 23%, o casi una cuarta parte de las muertes de los niños y niñas.
Un caso en boca de todos
Mención especial merece la soja transgénica, concretamente la variedad resistente al glifosato y comercializada en principio por el gigante Monsanto, fabricante también “por casualidad” de Roundup, herbicida que precisamente utiliza como principio activo el glifosato tolerado por el cultivo).Modificación genética destinada a aumentar la producción de esta variedad de soja a cambio del uso masivo de herbicidas con la consiguiente contaminación de los suelos de cultivo (monocultivo de soja en tanto el residuo no se degrade), y ¡Vaya suelos! nada más y nada menos que la fértil Amazonia, donde se deforesta expresamente para la siembra de esta variedad.
Sencillamente comercio, al que en 2008 se sumó Bayer CropScience AG, que consiguió la autorización por parte de la UE para la comercialización de su soja transgénica A2704-12 (también resistente al glifosato, para el que extrañamente se establecen niveles relativamente altos y claramente diferenciados según la variedad de cultivo, en la normativa aprobada en el mismo año por la UE sobre pesticidas en los alimentos).
Los productos transgénicos nos plantean una doble cuestión que los consumidores en última instancia tendremos que comenzar a valorar ya que está en nuestra mano, decidir sobre el éxito o fracaso de cada campaña:
¿Cuáles son los riesgos asociados al consumo de transgénicos?
Parece claro que los mismos no han sido evaluados rigurosamente a largo plazo. Sin demonizar este tipo de productos cabe mantener cierto grado de prudencia frente a un avance que permite seleccionar un trozo de ADN foráneo e introducirlo en el huésped en busca de la mejora de una cualidad concreta.¿Los objetivos perseguidos compensan los riesgos que debemos asumir?
Si la finalidad del producto es llenar aún más la cartera de multinacionales productoras, que con recursos ilimitados e influencias a todos los niveles, patentan semillas que fomentan el uso de herbicidas, resultaría lógico evaluar estrictamente los efectos ambientales y sobre la salud a largo plazo y con todas sus consecuencias. Si por el contrario, el cultivo de un transgénico puede evitar un millón de muertes infantiles al año, sencillamente sustituyendo la semilla que se cultiva, en fin. sentido común.Lo natural
Pese a que en los últimos años se ha fomentado como hábito de alimentación saludable el consumo de variedades locales (especialmente fruta y verdura), la historia nos muestra que podemos estar radicalmente equivocados en los conceptos “localidad” y “naturalidad”.Ninguno de nuestros mayores tendrá recuerdos de haber degustado antaño jugosos fresones procedentes de verdes campos de cultivo. El fresón Douglas (una de las variedades más consumidas en el mundo) se obtuvo por mutagénesis el 6 de Julio de 1979 en la Universidad de California a partir de la variedad Fragaria x Ananassa (Fresa Piña), cuya creación se atribuye a Antoine Nicolas Duchesne, famoso agrónomo y botánico francés, que la obtuvo a principios del siglo XVIII, a partir de Fragaria Chiloensis (variedad chilena de gran tamaño y color blanco) y Fragaria Virginiana (de textura blanda, muy aromática y color rojo intenso).