Ya sabéis cómo funciona esto: año nuevo, galletas nuevas, y para esta jornada de envoltorios desgarrados, maripositas en el estómago y niños enrojecidos que hacen ruidos guturales mientras arañan con sus manitas de mapache paquetes y más paquetes brillantes y coloridos, hemos horneado y decorado con amor unas buenas galletas. Galletas bien redondas y rechonchas porque así nos gustan a nosotros los Reyes Magos: divertidos, campechanos y con papada.
...y no sólo de ilusión nos nutrimos hoy, bajo el árbol hemos encontrado un fantástico secador de alimentos que vamos a estrenar pronto. ¿Cómo? ¡Haciendo más galletas decoradas y secándolas en él! Estamos deseando estrenarlo y compartir con vosotros nuestra experiencia.