Si, si, no me he equivocado y he puesto Carbronada sabiendo lo que ponía. Y es que me parecía mal poner una palabra malsonante en un blog de cocina, pero es lo que se merecen estos macarrones, así que he mezclado la carbonara con la "palabrota".
Que por qué se merecen el nombre? pues fácil, cualquiera que los viera se los metería en la boca pensando en una deliciosa pasta a la carbonara, pero lo que se encontraría sería el picante de la cayena, que por otro lado, casa perfectamente con la dulzura de la cebolla pochada a fuego muy lento...
Ingredientes:
Macarrones
1 brick de nata (crema de leche) (de 200ml)
Bacon cortado a tiritas (con 1 o 2 paquetes de los que van de dos en dos tenéis bastante)
1 cebolla
3 cayenas
Queso rallado (opcional)
Preparación:
Empezamos pelando y picando la cebolla muy finita. La ponemos a pochar en una sartén a fuego muy abajo y tapada, para que se poche mejor con su propio jugo.
Mientras, ponemos a cocer los macarrones en agua con sal.
Cuando la cebolla esté prácticamente pochada, añadimos el bacon y lo salteamos. Añadimos la cayena picada con el mortero.
Escurrimos los macarrones, los volvemos a poner en la misma olla y les echamos el sofrito. Movemos y añadimos la nata (crema de leche). Dejamos en el fuego un par de minutos, y ya podemos servirlos, acompañados, si queréis, con un poco de queso rallado por encima.
Notas:
La cantidad de cayenas que pongáis dependerá de si os gusta muy picante o poco.