Nada como unas magdalenas caseras de las de toda la vida para endulzar una merienda o un desayuno. Cuando no existían esas preciosas cafeterías que ahora están tan de moda, (que por cierto, ya podrían ser más originales, porque todas están decoradas al estilo escandinavo y llenas hasta los topes de diferentes muffins y cupcakes, viva la originalidad!) yo me quedaba embelesada mirando los escaparates de las panaderías de barrio, de las de sabor a antaño, llenas de magdalenas con ese copete tan bonito y ese azúcar que las coronaba que me hacían relamerme hasta hacerme polvo los labios. Eso eran dulces caseros!. En mi casa no han sido mucho de hacer magdalenas, eran mucho más de rosquillas y de bizcochos, pero no por nada, simplemente porque no tenían a mano las cápsulas individuales y por la comodidad de meterlo en un molde y presentarlo en la mesa para la hora del café. Cuando llegaba el momento de cortar y repartir siempre había el listillo con la regla para calcular que todos los trozos fueran del mismo tamaño jajajaja, con lo bueno que estaba como para quedarse el cacho más pequeño!.
Mirando recetas de esas que hacía mi abuela, encontré la de un bizcocho de nata (crema de leche) que por las cantidades bien podrían servir para hacer las magdalenas esas que yo recordaba. Después de mirar por internet estaba en lo cierto, esa receta era perfecta para hornearlas en versión individual.
Los míos se mueren por las magdalenas, muffins o lo que sea en versión picoteo. El hecho de ser en porciones individuales, que se las pueden llevar a cualquier parte les mola. Lo que no soportan son los cupcakes, dicen que son demasiado empalagosas, y lo cierto es que tienen razón. A nivel decoración no son tan llamativas las magdalenas, pero en cuanto a sabor les dan cien mil vueltas.
Hoy he utilizado la misma receta base y lo que he hecho ha sido dividirla para dar diferentes sabores, unas sin nada para apreciar bien la perfección ( ejem...no necesito abuela jajaja), otras con chips de chocolate y nueces pecanas, y las últimas con arándanos por darle el toque frutal.
Con esta receta salen 22-24 magdalenas, dependiendo del tamaño de vuestras cápsulas y si os pasáis o no llenándolas.
Uno de los truquillos que he utilizado es preparar la masa por la noche, dejarla reposar en la nevera y así a la mañana siguiente ha sido encender el horno, rellenar las cápsulas y hornear. Magdalenas frescas sin despeinarse. Y huele la casa a gloria bendita!. Eso es un ambientador y lo demás son tonterías.
Aunque lo he explicado cien mil veces, no me importa pecar de pesada y volver a explicar la diferencia entre magdalenas y muffins. Parecen iguales pero no lo son, al menos en su preparación.
Las muffins se preparan mezclando de manera separada los ingredientes secos de los líquidos y luego mezclarlos en unos pocos movimientos, mientras que las magdalenas se va siguiendo un estricto protocolo de mezclado de ingredientes hasta doblar su volumen y dejar para el final la harina con la levadura tamizada incorporándolos con espátula y con mucho cuidado para no bajar la mezcla.
Si con las mías no os quedáis contentos, os invito a ver las de mis compañeras: Lourdes, Rosa, Ly, MJose.
Vamos a sacar todos los ingredientes para que estén todos a temperatura ambiente, a colocarnos el delantal, encender el horno y a hornear.
INGREDIENTES
* 4 huevos
* 250g azúcar
* ralladura de 1 limón
* 1 cucharada de extracto de vainilla + un toque extra
* 100g nata (crema de leche) líquida
* 250g aceite de girasol
* un chorrito generoso de anís dulce
* 1 sobre de levadura química
* 350g harina blanca
* arándanos
* chips de chocolate
* nueces de pecan
* azúcar extra
ELABORACIÓN
1. En un bol grande batir los huevos que deben de estar a temperatura ambiente junto con el azúcar durante 6 minutos. Debe quedar una crema pálida y que haya casi triplicado su volumen. Unir la ralladura del limón.
2. Incorporar el anís, extracto de vainilla, aceite y nata (crema de leche). Mezclar bien.
3. Tamizar la harina junto con la levadura e incorporar a la mezcla con la ayuda de una espátula, a mano y con movimientos envolventes para evitar que la mezcla se baje.
Dejar reposar la masa en la nevera un mínimo de 30 minutos bien tapada o toda la noche.
4. Pre calentar el horno a 210°C.
Dividir la masa en tres partes iguales. Una mezclarla con los chips de chocolate y las nueces troceadas groseramente. Otra con los arándanos y la tercera sin nada más que un toque extra de extracto de vainilla. Repartirlas en las cápsulas llenando 3/4 partes (colocadas en moldes especiales para magdalenas aguantarán perfectamente la forma y subirán más) y esparcir por encima media cucharada de azúcar.
Al introducirlas en el horno bajar la temperatura a 190°C y dejarlas hornear durante 19-20 minutos ( dependiendo de cada horno). Comprobar si están hechas introduciendo un palo de brocheta en el centro de la magdalena, si sale limpia es que están listas. Si sale con masa, dejarlas cocinar unos 3 minutos más.
Con un café, un té, con chocolate calentito, para merendar, desayunar o como picoteo cuando a uno le entra el gusanillo, estas magdalenas son perfectas. Qué os aprovechen!