Las magdalenas son de esas cosas que hechas en casa, marcan mucho la diferencia con cualquier otras que puedas encontrar en un supermercado. Son además sencillas de hacer, con ingredientes muy básicos y accesibles e ideales para comer en cualquier momento.
Las magdalenas las puedes hacer de mil maneras, con multitud de ingredientes, rellenos y coberturas. Estas que os traigo hoy, son unas magdalenas clásicas, de esas que al olerlas simplemente te transportan a otra época, al menos a mi, con muchos recuerdos y nostalgia de las vacaciones de mi infancia en Galicia.
INGREDIENTES:
4 huevos a temperatura ambiente
265 gr. de azúcar
90 ml. de nata (crema de leche) líquida a temperatura ambiente
2 cucharadas soperas de miel
200 ml. de aceite de oliva suave o de aceite de girasol
315 gr. de harina floja
8 gr. de levadura química tipo Royal
1/4 de cucharadita de sal
La ralladura de un limón
ELABORACIÓN:
En un bol, batimos juntos los huevos con el azúcar durante 8 o 10 minutos, hasta conseguir que aumenten de tamaño y tengan una consistencia homogénea y fluida y el color se haya vuelto más blanquecino. Es lo que en la cocina francesa se llama batir a punto de cinta o punto de letra y esto es, batir de forma prolongada y continuada los huevos con el azúcar. Comprobaremos que el huevo ya está listo cuando al levantar el batidor o la espátula la crema cae de forma continua, como si de una cinta se tratase (punto de cinta) o bien podemos hacer la prueba de levantar la espátula con una cantidad del batido de huevos y dejarla caer escribiendo alguna letra, esta debe permanecer sobre la mezcla y no integrarse con facilidad (punto de letra).
Bajamos la velocidad y añadimos la leche a la mezcla anterior y batimos hasta que se integre.
Comenzamos a añadir el aceite en forma de hilo y de forma constante, sin parar de batir en ningún momento.
Añadimos la miel y la ralladura de limón y continuamos batiendo hasta que esté todo integrado.
Tamizamos la harina junto con la levadura y la sal y la añadimos a la masa poco a poco y sin dejar de batir.
Subimos la velocidad y batimos la mezcla durante tres minutos.
Introducimos la masa en la nevera durante un mínimo de una hora.
Pasado ese tiempo, precalentamos el horno a 250ºC.
Llenamos las cápsulas de magdalena a no más de 2/3 de su capacidad y echamos un poquito de azúcar por encima.
Horneamos a 210º C. durante 15 minutos o hasta que al pinchar con un palito, éste salga completamente limpio.
Sacamos del horno y dejamos enfriar las magdalenas sobre una rejilla.
ALGUNAS ACLARACIONES:
En lugar de azúcar por encima puedes echar trocitos de chocolate, frutos secos o incluso nada porque en cualquiera de los casos quedan riquísimas.
Es importante que dejes enfriar la masa en la nevera ya que el contraste del frío al calor del horno, es lo que hace que suban correctamente.