¡Hola a tod@s!
Sí, sí, habéis leído bien el título: magdalenas. Nada de muffins, magdalenas de toda la vida. De esas súper esponjosas, con su azúcar por encima, de las que mojas en un vaso de leche y lo absorben completamente jiji. Que conste que no tengo nada en contra de los muffins, de hecho me encantan, pero últimamente me parece que tenemos olvidadas a nuestras amigas de toda la vida.
Una de las principales diferencias entre ambos postres es la cantidad de mantequilla que llevan. Por lo general, las magdalenas llevan menos y, de hecho, en la receta que os propongo hoy, no he puesto nada, ¡así las hacemos más light! El resto de ingredientes son prácticamente los mismos. Lo que realmente las hace diferentes es el modo de prepararlas, en concreto la cantidad de aire que se incorpora. Por eso os recomiendo que para la receta de hoy utilicéis varillas eléctricas. De todas formas, como siempre os digo, si no tenéis no pasa nada: utilizad más múuusculo y solucionado :D. Por otra parte, para prepararlas se suelen utilizar moldes de papel que después se tiran, pero yo soy una gran fan de mis moldes reutilizables de silicona, esto ya al gusto de cada uno.
Seguro que además os estáis preguntando qué es eso de reventonas, jajaja. Pues así nos gusta llamarlas en casa de la morena, porque me encantan que sean bien grandes, que la masa se desparrame un poco y,
Ingredientes…
3 huevos.
200g. de harina floja o de repostería.
125g. de azúcar blanco.
50ml. de leche entera.
100ml. de aceite de oliva virgen extra.
½ sobre de levadura química.
Moldes de papel o silicona para la base de las magdalenas.
Moldes de silicona para magdalenas (para sujetar los papeles).
Con las manos en la masa…
Batimos los huevos en un bol grande. Lo que os comentaba anteriormente: si podéis hacerlo con varillas eléctricas genial, sino con unas varillas de metal de toda la vida y muchas ganas (¡ese día fuera gimnasio!). Incorporamos poco a poco el azúcar sin dejar de batir. A continuación, añadimos el resto de ingredientes en el siguiente orden: el aceite de oliva, la leche, la harina y la levadura química.
Antes de verter la mezcla en los moldes ha de estar fría, así que la introducimos en la nevera durante 15-20 minutos aproximadamente. Mientras tanto precalentamos el horno a 200ºC.
Comenzamos con la parte divertida. Colocamos los papelitos en el molde grande de silicona (si no tenéis no importa), vertemos mezcla hasta la mitad y espolvoreamos un poco de azúcar por encima. Si os gustan reventonas como a mí, llenadlos casi hasta arriba :P (podéis ver en la foto que no os miento). Horneamos durante 15 minutos, dejamos reposar y ¡a disfrutar!
Truco: yo le echo un poco de extracto de vainilla o ralladura de limón para darle un puntito extra.