Pero no renuncié a conseguir la receta perfecta y unos días después compré más mejillones, esta vez medio kilo para no tener que darme otro atracón de mejillones sin ser los que realmente quería conseguir. Y mira por donde que con unos cambios he conseguido una receta que le encantó a mi marido, sabor a escabeche y de textura como los de lata. Mañana mismo me voy a comprar dos kilos para hace más y repartirlos en la familia, además al ser un producto en escabeche aguanta bien, pues el escabeche se hacía antiguamente para conservar durante más tiempo los alimentos.
Aquí os dejo la receta, ya me contaréis que os parece si la probáis. Os pongo la receta tal y como la preparé, con medio kilo de mejillones, que sale un platito para un aperitivo para dos personas, si sois más o muy glotones...os toca sumar o multiplicar.Ingredientes:
1/2 kilo de Mejillones (con concha)
2 Hojas de Laurel
2 Dientes de ajo
100 ml de Aceite de oliva
75 ml de Vinagre de vino blanco
1/2 c/c de pimentón dulce
1/2 c/c de pimentón agridulce
1/2 c/c de sal
Lo primero que hacemos es limpiar bien los mejillones, eliminando todas las barbas. Ahora los abrimos al vapor en una cazuela con una hoja de laurel y cuatro cucharadas de agua. Dejamos enfriar, quitamos las conchas y reservamos la carne, tapada para que no se reseque.
Pelamos los dientes de ajo y los cortamos en láminas. En una cazuela ponemos el aceite y a fuego medio cocinamos el ajo, cuando empiece a dorarse bajamos el fuego, añadimos la otra hoja de laurel, los dos pimentones, la sal y el vinagre.
Mezclamos bien y añadimos la carne de los mejillones. Cocinamos durante 10-15 minutos (dependiendo del tamaño de los mejillones) a fuego bajo.
Dejamos enfriar y guardamos en un táper mínimo 24 horas antes de servirlos. Ya tenemos unos deliciosos mejillones en escabeche casero. Os aseguro que merece la pena esperar esas 24 horas, son una auténtica delicia!!