Hace unos días Sergio nos pidió que hiciéramos una mermelada de cerezas sin azúcar, ¡y aquí la tenemos! No podemos atender todas vuestras peticiones siempre, pero hacemos lo que podemos
La verdad es que a mí me encantan las mermeladas porque son súper sencillas de preparar, y aún no me había dado por hacerla de cerezas. ¡Pues está riquísima! Además, ahora que es temporada de cerezas y tengo siempre cerezas por casa, la receta viene genial
A muchos nos gusta desayunar unas tostadas integrales con mermelada, y esta mermelada de cerezas sin azúcar es ideal para ello
Si queréis probar más mermeladas, no os perdáis las que tenemos aquí! Y si, como Sergio, queréis que preparemos alguna receta que no tengamos, no dudéis en pedírnoslo!
Información Nutricional
Esta receta da para 10 raciones de 30gr cada una.
Cada ración contiene:
11,67kcal
1,95HC
Instrucciones:
Lavamos y deshuesamos las cerezas con un cuchillo, cortando por la mitad. No hace falta que les quitemos la piel, primero porque es un trabajazo y segundo porque no se notan, ya veréis.
Troceamos las cerezas en unos 4-6 trozos cada cereza, y las ponemos en un cazo a fuego medio junto con un chorrito de agua.
Cocinamos y vamos removiendo, para que se vayan ablandando las cerezas. Si nos quedamos sin agua, volvemos a añadir un chorrito, y así hasta que tengamos una masa cremosa de cerezas, espesita. Este proceso puede llevar unos 20 minutos más o menos.
Añadimos el edulcorante (yo he usado stevia) y mezclamos bien. Yo he puesto una cucharadita colmada porque las cerezas son ácidas, pero va un poco al gusto. ¡Prueba la mermelada antes de seguir!
Una vez esté bien mezclado y espeso, verás que aún quedan algunas pielecitas de cereza. ¡No pasa nada! Apartamos del fuego, le pasamos la batidora eléctrica hasta que quede con la textura que más nos guste (a mí me gusta con algunos tropezones, así que no la paso del todo), y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Una vez fría, verás que la consistencia es perfecta y tiene una pinta deliciosa. Es el momento de guardarla en botes de cristal cerrados herméticamente y guardarlos en la nevera. ¡Y listo!
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