La mermelada de cerezas no es una de las más comunes que podéis encontrar en los supermercados, pero seguro que para más de uno es una de sus favoritas. Yo ya había hecho mermelada de frutos rojos, incluyendo cerezas, pero nunca había compartido con vosotros la mermelada de cereza y kirsch en sí. Como es uno de los ingredientes fundamentales de una de mis próximas recetas, he querido compartirla para que podáis hacerla sin problemas.
A la hora de hacer conservas, como mermeladas, es importante saber esterilizar bien los botas. Aquí os explico bien cómo hacerlo para conseguir que nuestra mermelada de cerezas y kirsch nos aguante mucho tiempo perfecta.
ESTERILIZAR BOTES DE MERMELADA
Antes de empezar tenemos que esterilizar bien los botes en los que vamos a guardar nuestra mermelada. De esta manera nos aseguramos de eliminar cualquier bacteria y residuo en ellos, para que duren más tiempo envasados sin que se la mermelada se estropee.
- Primera esterilización: en una olla grande colocamos los botes que vamos a usar boca arriba y las tapas por separado.
- Llenamos la olla de agua hasta que hayamos cubierto los botes. Cuidado con las etiquetas de plástico o cartón: vamos a calentar el agua y si se derrite el plástico vamos a montar una buena. Mirad también en las tapas, muchas veces hay unos círculos de cartón: los quitamos con cuidado.
- Calentamos el agua hasta que hierva y dejamos hervir durante 30 minutos, con los botes dentro.
- Dejamos enfriar dentro del agua. Ya tenemos los botes listos para rellenarlos.
- Es importante que los llenemos hasta el borde de lo que queramos llenarlos: mermelada, conservas (aceite, escabeche...).
- Segunda esterilización: después de llenarlo tenemos que cocerlos en agua a fuego lento durante 20 minutos más para que acabe el proceso de esterilización.
¡Ya están listas nuestras conservas!
¿Sois de los que amáis un buen desayuno completo? En todo buen desayuno no pueden faltar las tostadas... ¡Así que esta mermelada de cerezas y kirsch es la acompañante perfecta!
Ya tenéis todos los trucos necesarios para preparar esta deliciosa mermelada de cereza y kirsch. Ahora sólo tenéis que ponerlos en práctica... ¿Os apetece? Seguro que cuando veáis la próxima receta, que incluye esta mermelada casera, os moriréis de ganas de probarla.
[NUEVA RECETA] Mermelada de cerezas y kirsch, una combinación que os encantará. La base de un desayuno perfecto.https://t.co/vDxsTeyjYo pic.twitter.com/9lgHBV0YDs
— Jaleo en la Cocina (@Jaleoenlacocina) 31 de mayo de 2017
Cualquier duda o problema, hacédmela llegar por email, comentarios o por las redes sociales... ¡Seguro que os sale una mermelada de muerte!
MERMELADA DE CEREZA Y KIRSCH Dificultad: Fácil
Horneado: Sin horno
Tiempo: Sin horno
Temporada: Verano
Raciones: Dos botes de mermelada
Etiquetas: Postre, aperitivo
INGREDIENTES
500 gr de cerezas deshuesadas
Zumo de un limón y medio
Un chorrito de kirsch
180 gr de azúcar
6 gr de pectina de manzana
CÓMO SE HACE- Ponemos las cerezas en una cazuela con el jugo que han soltado al deshuesarlas. Añadimos el zumo de limón y el kirsch. Cocemos durante 20-25 minutos, hasta que las cerezas empiecen a romperse.
- Bajamos el fuego a fuego medio.
- Añadimos el azúcar y la pectina y no paramos de revolver bien con una cuchara de palo o espátula de silicona. Se tiene que disolver bien el azúcar.
- Cocemos hasta conseguir la textura que queremos, más o menos a los diez minutos, o mide la temperatura (105ºC).
- Vertemos la mermelada en botes de cristal esterilizados (arriba os explico cómo hacerlo). Los llenamos hasta el borde. Los cerramos bien.
- Cocemos los botes en agua a fuego lento durante 20 minutos más para que acabe el proceso de esterilización, como he indicado arriba.
- Sacamos los botes y les damos la vuelta sobre un paño de cocina. Así vamos a formar el vacío y conseguiremos que se conserven perfectamente.
- Dejamos que se enfríen por completo (unas 18h) y guardamos en la nevera o un lugar fresco alejado de la luz solar hasta su uso.
- Servimos en frío, sobre tartas, tostadas, desayuno...
¡A disfrutar!
TRUCOS Y CONSEJOS La pectina es opcional, pero ayudará a que tenga mejor consistencia y densidad, ya que las cerezas de por sí no contienen mucha pectina.
El kirsch es opcional y podéis sustituirlo por agua.