?Íbamos a comer a casa de unos amigos y mi madre me sugirió que llevase una tarta fría. Como no me gusta hacer dos veces la misma tarta, estuve volviéndome loca hasta que se me ocurrió variar ligeramente una tarta de marialunarillos. La suya era de uvas y moscatel. La mía sería de cerezas y Kirsch. Os dejo los ingredientes y la preparación, porque seguro que si la hacéis os enamora!
Ingredientes:
Para la base de la tarta:
150g de galletas Digestive
60g de mantequilla a temperatura ambiente
Para la tarta en sí:
500g de queso de untar, tipo philadelphia
250g de chocolate blanco
250g de leche
40g de azúcar
1 sobre de cuajada
Cerezas
Para la gelatina:
70g de azúcar
70g de agua
70g de Kirsch
3 hojas de gelatina
Preparación:
Debemos empezar por la base, porque así cogerá algo de consistencia para echarle el relleno. Es muy fácil. Picamos las galletas y a continuación les añadimos la mantequilla y mezclamos bien. Si tenéis la suerte de tener thermomix, como yo, 10seg a velocidad 10 para las galletas y otros 10seg a vel 5 con la mantequilla.
Ponemos el resultado en el molde y cubrimos bien el fondo intentando que quede del mismo grosor por toda la base. Lo reservamos en la nevera hasta que vayamos a poner el relleno.
Contando con la thermomix, incorporamos todos los ingredientes al vaso, excepto las cerezas, y programamos 7min a vel 5 y 90º. Si no tenéis, la única diferencia es que tenéis que deshacer el chocolate y luego batir todos los ingredientes juntos, menos las cerezas.
Vertemos la mezcla en el molde y ponemos las cerezas por encima. Aquí viene cuando os tiene que salir la vena artística. Podéis ponerlas enteras y con rabito, para que quede más campestre, podéis quitarles el rabito y el hueso y ponerlas a mitades. Yo opté por esto último porque pensé que comiendo una tarta no quedaba demasiado bien ir sacando los "pipos" de las cerezas. Es entretenido pero sencillo. Con un cuchillo hacéis un corte que vaya del rabito al rabito, partiendo la cereza en dos. Giramos ligeramente las dos partes y una se desprende sin hueso, a la otra hay que quitárselo con cuidado de no estropearla para que quede bien bonita encima de nuestra tarta.
Metemos la tarta con nuestra preciosísima decoración en la nevera durante, por lo menos, dos horas.
Cuando veamos que van a pasar las dos horas desde que metimos la tarta en la nevera, preparamos la gelatina: Ponemos las hojas a remojo para que se hidraten y mientras hacemos un almíbar ligero con el azúcar y el agua. Los ponemos a calentar y cuando vemos que empieza a ser algo más denso, lo retiramos del fuego y añadimos el Kirsch y las hojas de gelatina. Batimos bien y dejamos que se temple.
Cuando la gelatina esté tibia, la ponemos sobre la tarta y la metemos en la nevera durante unas cuantas horas. Preferiblemente durante toda la noche.
Notas:
Es un grandísimo placer para mí, deciros que con esta receta he quedado segunda en el concurso de este mes de julio en la página muchogusto.net, ya os haré alguna receta de las que salen en el libro que en breve me mandarán!
Dejando aparte mi enorme ego, jeje, sólo deciros que gustó a todo el mundo. Entró por la vista y no defraudó en la boca... lo tiene todo!!!!