Lo ideal para añadir poco azúcar a la mermelada es que la fruta esté lo más madura posible. En este caso tenía unas fresas a punto de estropearse. Así que tenía dos opciones: trocear y congelar (en realidad esta opción no era viable porque no tengo sitio en el congelador) o trocear y hacer mermelada.
Además, tenía una granada grande así que la combinación es perfecta.
Siempre que hago mermelada, le añado una manzana. Esta fruta es rica en pectina, una fibra natural que también ayuda a dar más consistencia.
Seguramente puedas hacer esta mermelada con otras frutas. Las proporciones pueden variar ya que hay frutas que contienen más agua que otras. Solamente tienes que ajustar las cantidades de azúcar y quizás algo más o menos de semillas.
Para hacer esta mermelada he usado azúcar de coco. En esta entrada al blog te cuento más sobre el azúcar de coco y verás por qué he empezado a usarlo en algunas de mis elaboraciones dulces.
Por último, para espesar la mermelada he utilizado semillas de chia. Hay otras formas de espesar mermeladas pero como además, en mi caso lleva muy poco azúcar, las semillas de chia funcionan de maravilla. Estas semillas son muy ricas en antioxidantes y son una fuente de Omega 3.
Esta mermelada casera de fresas y granada está riquísima con una tostada de pan de trigo sarraceno y mantequilla. También sirve para rellenar una tarta. Pero una de las formas que más nos gusta en casa es disfrutarlo con un yogur y granola casera.
Esta entrada Mermelada de fresas y granada fue escrita por Adriana Aparicio también autora de funtimeingles.com que ahora trae su contenido a Manualidades Sin Gluten.