Eso pensé el día que el papá de los cachorritos vino de la compra con unos melocotones muy maduros. "Estaban de oferta y pensé que podías hacer mermelada"
¿Cómo podía yo resistirme a una proposición tan indecente gustándome como me gustan las mermeladas caseras?
De siempre, la mermelada de melocotón ha sido mi favorita. Ha perdido protagonismo en mis desayunos desde que comencé a prepararlas caseras y sentí adoración por la de mora y la de fresa. Pero con este toque de hierbabuena, la mermelada de melocotón se vuelve irresistible, más fresca.
Además, es una de las mermeladas más fáciles de hacer: la cantidad de azúcar que lleva esta fruta y la textura de su pulpa hacen que la de la mermelada sea perfecta.
Receta de mermelada de melocotón con hierbabuena
1 kg de melocotones maduros.
Cuanto más maduros, más dulces, más sabor a melocotón.
** el peso ha de calcularse con la fruta ya pelada y deshuesada.
1 limón
1 ramillete de hierbabuena
500 gr. de azúcar
En My Cook:
Troceamos el melocotón, lo añadimos a la jarra junto con el zumo y la ralladura del limón. Trituramos con un par de golpes de turbo.
Incorporamos el azcúcar y la hierbabuena y programamos 30 minutos, 100º, velocidad 2.
Retiramos la hierbabuena, repartimos en botes llenándolos al máximo posible. Los cerramos y los dejamos enfriar boca abajo*. Lista para consumir.
En panificadora:
Trituramos los melocotones con la batidora o con la picadora.
Añadimos a la cubeta todos los ingredientes y seleccionamos el programa de mermeladas.
Repetimos la operación del punto 3 anterior.
Tradicional:
En una cazuela ancha ponemos todos los ingredientes a fuego alto. Esperamos hasta que la mezcla llegue a ebullición y luego bajamos el fuego, procurando que no deje de cocer y removiendo constantemente para que no se agarre.
Deberá cocer aproximadamente una hora. Sabremos que la mermelada está lista cuando los melocotones se aplasten fácilmente con un tenedor. Pasamos la batidora hasta obtener la textura deseada.
Repetimos la operación 3 del punto anterior
* Siempre digo, cuando hago mermeladas, eso de "rellenamos los botes y los dejamos enfríar boca abajo", ¿para qué?
De esta manera conseguimos que se haga el vacío. El bote queda perfectamente cerrado y conseguiremos que la mermelada aguante en perfecto estado durante meses.
En el caso de las mermeladas, no es necesario cocer los botes una vez cerrados al baño maría, como a la hora de preparar otras conservas caseras. El azúcar actúa de conservante y cerrados de la forma que os he indicado, la mermelada no se os va a estropear. Os lo digo yo que he llegado a tener un bote durante un año guardadito y, al abrirlo, ¡perfecto!
Así que espero que os animéis a aprovechar las frutas de temporada y preparar deliciosas mermeladas caseras. Igual que le ocurrió al papá de los cachorritos, en muchas fruterías ponen la fruta ya muy madura a un precio muy bajo, para que no se les eche a perder. ¡Entonces, las fanáticas de las mermeladas tenemos nuestra oportunidad!
¿Os cuento a cómo salió el kilo de melocotones? 1 €. ¿Vale la pena o no vale la pena?
Por cierto, os aviso: tengo mucha hierbabuena en el huertito, creo que veréis más platos con esta deliciosa aromática los próximos meses ;)