Podía decir que echo de menos el huerto de mis padres, y es verdad, pero como mi adorable vecina me surte con las frutas de los árboles que sus padres tienen en su casa, al final, es como si estuviera en Córdoba aunque esté a cientos de kilómetros. Aprovecho para darle las gracias a los padres de mi vecina por cuidarme tan bien.
El níspero es una fruta con muchas propiedades y beneficios. Es rica en vitaminas (A y C) que nos ayudan a mejorar el aspecto de nuestra piel y cabello. También contiene carotenos que nos ayudan a prevenir enfermedades degenerativas oculares mientras que los antioxidantes nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
Las personas con hígado graso o diarreas, así como con problemas intestinales deberían incluirlo en su dieta. Además, ayuda con la retención de líquidos y posee poder saciante, por lo que las personas que están a dieta deberían de incluirla en su alimentación.
La cocina de aprovechamiento que siempre la he visto en casa de mi abuela y en la de mis padres, se trata de no tirar nada y si vemos que algo se va a estropear, hacer compotas, mermeladas y otras recetas para conservar los alimentos. Justo eso es lo que vamos a hacer hoy. ¿Empezamos?
Los ingredientes para dos tarros de mermelada son:
1 kg de nísperos
1 taza de azúcar
1 limón
Preparación:
Lo primero es esterilizar los recipientes donde vamos a guardar la mermelada y para ello, yo los suelo meter en el lavavajillas en un programa largo a máxima temperatura.
Ahora ya podemos ponernos con la mermelada y empezamos pelando los nísperos y quitándoles los huesos. Los vamos a ir echando al baso de la batidora.
A continuación, pelamos el limón, le quitamos las semillas que tenga y lo añadimos al vaso de la batidora. Batimos hasta conseguir una crema.
Vertemos la crema en una olla, le agregamos el azúcar y removemos. Ponemos la olla a fuego medio (en mi cocina el 5) y cocemos durante 35 o 40 minutos, removiendo de vez en cuando.
Presentación:
Cuando la mermelada está lista la dejamos a fuego mínimo y vamos rellenando los tarros y tapándolos con fuerza para que se haga el vacío.
No los debemos de mover hasta que no hayan pasado 24 horas. Para comprobar que el vacío se ha hecho, debemos de presionar el centro de la tapa y si no cede es que éste se ha hecho correctamente. Además, cuando se hace se oye un click. No suenan todos a la vez, cada uno necesita su tiempo.
Bon appétit!!!