Cuando mi amiga María me dijo que quería que yo le hiciera una mesa dulce para el bautizo de su niño Pablo, ¡ay! fue lo primero que dije.
Por una parte me apetecía mucho. Además de ser un reto, me gustaba, y estaba deseando que alguien me lo pidiera. Para mí es muy divertido.
Pero al mismo tiempo, me acarreaba mucha responsabilidad. Nunca lo he hecho. No tengo ni la formación suficiente, ni la experiencia, ni los materiales adecuados de decoración, y por supuesto, no tengo quizá el arte para la decoración; eso no ha sido nunca mi fuerte.
Pero yo no voy a engañar a nadie. No vivo de estoy. No me voy a dedicar a esto. Quien quiera y desee que yo lo haga, sabe de antemano que no soy profesional ni pretendo serlo. ¿que me gusta? sí, ¿que voy a poner todo mi voluntad, mi empeño, lo poco que sé, el cariño y mis medios en que quede lo mejor posible y lo más bonita que salga? También. ¿que voy a esmerarme en utilizar los mejores ingredientes, y en hacer el trabajo de cocina en las mejores condiciones? Por supuesto.
Así es que, dicho todo esto, comencé a indagar qué colores quería, y qué era lo que quería.
El celeste sería el tono general, y al ser un bautizo, de un bebé de pocos meses, algo tierno. Así es que para el diseño de las tarjetas y papelería conté con mi amiga Paloma Fernández Villarán.
Ella me hizo el diseño y le encargué las cajitas para las palomitas, las etiquetas para los dulces, las banderitas con el nombre, etc... Y a Nerja fui a recogerlas. Un gusto trabajar con ella y con sus hermanas. Siempre tan amables y tan profesionales.
Y en busca y captura de servilletas, bandejas, y menaje para colocar los dulces y la tarta. Sí, la tarta, porque quería tarta, y mira que en eso de tartas para este tipo de eventos, no tengo tampoco experiencia. Yo las hago de galletas con chocolate, las de toda la vida, y ésas para esto, como que no.
¡Enfín!
De la tienda de mi amiga Yanina, Hay una tarta para tí, me traje los globos, los vasos y servilletas y pajitas para los refrescos, y los pompones, por si los íbamos a utilizar. También compré parte de los ingredientes para hacer las galletas, y demás dulces que pondría en la mesa, y cortadores.
Compré algún bote de cristal, y las nubes del mismo color.
Con todo lo que tenía de decoración y la papelería, me fui a la tienda de Virginia Esber, decoradora y amiga, y me presenté con una bolsa y todos los elementos que tenía, hasta la tarjetería, para que viera qué llevaba y qué me faltaba. Por ejemplo, colocar los cupcakes. Ella tenía un expositor monísimo que me prestó, y una bandeja con asa también muy bonita, que tras el bautizo de Pablo, adquirí para mi casa, para mí para siempre. Ahí es donde coloqué las galletas pintadas.
Y con mi bolsa, mi menaje y mis globos, empecé con los dulces.
Las galletas fueron unos ositos con el babero y su nombre, y otras pintadas como mejor pude. En un libro venían unas galletas con este tipo de dibujos sobre el fondant. Ví que quedaban muy bonitos, y me pareció una idea genial. Un dibujo que pareciera hecho por manos menudas, que siempre queda bonito, pues allá que yo, con mis manos más grandes y arrugadas, imité.
No quedaron mal, es más, me gustaron muchísimo. Tanto que creo que voy a repetir.
Busqué dibujitos infantiles de colores, y las pinté a mano, una por una.
Cuando llegué al lugar de celebración, la mesa no era muy grande, así es que buscamos otra auxiliar, que pensé que sería buena para colocar las servilletas, los vasos, pajitas para las bebidas y algunas chuches.
En la principal, por pocas no cabe todo.Lo primero que hice a la hora de montar la mesa, fue organizar los platos y expositores donde iban a ir los dulces, así vería más o menos cómo quedarían y el espacio del que disponía.
Esto, se cambió varias veces, éste a la izquierda; no, éste más cerca del filo, no, que hay que dejar sitio para la tarta... La tarta en el centro, al lado las galletas..., ¿o no? ¿delante mejor?
Las cajas de las rosetas, ¿abajo o más arriba? Los cupcakes los pongo en alto o no? jajajja, Una no sabe nunca dónde van a quedar más bonitos.
Quedamos en que el mantel y las telas azules que necesitaba, se las traería Virginia, que ella tenía algo, y unas cajas vacías para poner las diferentes alturas. Y aquí estuvimos Virginia y yo inflando globos, y poniendo las banderolas sobre la pared, buscando el mejor sitio y donde lucieran más.
. Ahora la elaboración de los cupcakes, a tener en cuenta: si ponéis azul sobre una crema que no es blanca, sino más bien beige, os va a salir verdecito, no celeste como yo quería. Eso es así, pero yo no caí en eso. Ahora sí, "prueba y error". No se me olvida.
Me pasó con el bizcocho que quería que fuera en tres tonos de celeste, más claro hasta más oscuro, y al final era más un verde esmeralda que un celeste y azul.
La masa no era blanca, y claro, al mezclarse con el azul, pues verdecito.... monísimo, pero no era lo que quería. Desde luego que aprendí.
Y ya está, por lo demás todo lo véis aquí.
Además de la mesa dulce me encargaron 100 croquetas de tres ingredientes, croquetas que gustaron mucho, y que freí al momento de servía.
Y ese día hacía mucha calor. Qué susto. Al final, no sufrí percances, aunque el transporte me asustaba, y más que lo hacía yo sola y en un taxi, porque nadie había que pudiera ayudarme. Pues yo sola, y llegó todo en perfectas condiciones.
Los cupcakes los decoré allí mismo. Menos mal que seguí los consejos de mis amigas, Begoña y Lidia de la O, que fue a quienes recurrí para que me indicaran algunos detalles de cómo preparar una mesa dulce. Tengo que agradecer públicamente sus atenciones, y su paciencia a todas mis preguntas.
Son unas expertas en la materia, y tienen unas manos primorosas, y montan unas mesas que son espectaculares.
galletas de vainilla con decoración de fondant
Galletas de vainilla cubiertas con una fina capa de fondant blanco y pintadas a mano con rotuladores especiales para fondant.
La receta básica son:
100 g. de mantequilla (no margarina)
100 g. de azúcar
200 g. de harina de trigo
unas gotas de vainilla concentrada o esencia de vainilla
una pizca de sal
medio huevo,
Mantequilla y huevo a temperatura ambiente.
Mezclar todo muy bien, sin batir.
Hacer una bola con la masa y envolver en film transparente y dejar en frío una o dos horas
EStirar con rodillo y enfriar de nuevo
Cortar y poner sobre papel de horno en bandeja.
Enfriar de nuevo.
Calentar el horno a 180º durante diez minutos.
Hornear unos 15 a 18 minutos, en misma temperatura y altura media.
Sacar con cuidado (salen aún blandas) y colocar sobre una rejilla de horno. Una vez frías, cubrir con el fondant y pintar.
Merenguitos secos. Claras de huevo montadas con una pizca de sal y unas gotas de limón, y horneadas.
Y aquí los cakepops, bizcoletas, bizcochitos con palito, como queráis. Y os dejo hasta la receta y el paso a paso.
Pincha aquí
Los cupcakes, veréis que el color no es celeste.
Y aquí los minidonuts o donetes.
También os dejo la receta, una no, tres en una y además con thermomix. Y hasta de los glaseados.
Pincha aquí.
Y la causante de alguna que otra noche de desvelos, antes de... LA TARTA.
¿Cómo la hacía, de qué sabores, me saldrá bien? ¿Cómo la transportaré? ¿Aguantará? ¿Y el color?
Y lo más importante, ¿Gustará?
Las croquetas. Éstas de gambas al ajillo y perejil.
Cuando encuentre fotos de las otras dos, os las pongo. 120 croquetas en total, creo que fueron, si no recuerdo mal.
Y más fotos de la mesa, cómo quedó todo.
Fue una experiencia maravillosa, y finalmente, creo que gustó.
Y eso es todo... Espero os haya gustado.